La tranquilidad que por un momento regresó al hogar de Lyan Hortúa, menor de 11 años recientemente liberado tras un prolongado secuestro, se vio bruscamente interrumpida con el atentado que le costó la vida a Antonio Cuadros, primo del padrastro del niño y presunto responsable de entregar el dinero exigido por su liberación. El ataque se registró en la mañana del jueves en el barrio Bretaña, comuna 9 de la capital del Valle del Cauca.
El crimen, confirmado por la Policía Metropolitana de Cali, fue perpetrado con arma de fuego mientras Cuadros se encontraba compartiendo un alimento con una mujer de 52 años, quien resultó herida en el hecho. Las autoridades identificaron al hombre como la persona que habría coordinado la entrega de la millonaria suma con la que se logró liberar al menor. La Fiscalía y el CTI investigan el caso, y aunque inicialmente se manejó la identidad como “NN”, familiares ya confirmaron su vínculo con la familia de Lyan.
El hecho se produce apenas un día después de que el niño regresara a casa, tras permanecer más de 18 días secuestrado por disidencias de las FARC, quienes lo raptaron de su vivienda en el municipio de Jamundí. La liberación generó múltiples reacciones en el ámbito político y social, incluida la de la vicepresidenta Francia Márquez, quien expresó: “No podemos tolerar que arrebaten los sueños”.
La tragedia detrás del rescate
Según informó la familia, el rescate de Lyan fue negociado directamente con los secuestradores, sin involucrar a las autoridades. Sebastián Bonilla, tío del menor, explicó que esta decisión fue tomada bajo presión y ante el temor por la vida del niño. Medios como El Tiempo informaron que la cifra pagada podría haber alcanzado los 4.000 millones de pesos.
Bonilla también confirmó que fue un familiar cercano —presuntamente Antonio Cuadros— quien actuó como intermediario, coordinando la entrega del dinero. Esta operación dejó a la familia en una profunda crisis económica. “Nos endeudamos, pero lo importante era que Lyan regresara con vida”, señaló Bonilla.
Un crimen que enluta la esperanza
El personero de Cali, Gerardo Mendoza Castrillón, lamentó profundamente el asesinato. “Lo triste es que ayer celebrábamos la liberación de Lyan, celebrábamos la vida y hoy esta situación enluta lo que ayer fue festejo. Condeno la muerte de esta persona con quien caminé y alzamos la voz por la liberación del niño”, expresó el funcionario.
El asesinato de Cuadros ha sido calificado como un acto repudiable. En declaraciones recogidas por RCN Noticias, Mendoza fue enfático: “La muerte no puede hacer carrera en el territorio. Cali necesita ser un territorio de paz”.
Críticas a la gestión estatal
El padrastro de Lyan, aún afectado por los acontecimientos, criticó duramente la actuación de las autoridades. En declaraciones previas a este atentado, ya había manifestado su decepción con el gobierno de Gustavo Petro y la falta de acción de la Policía durante el secuestro. Los señalamientos de supuesta complicidad o conocimiento del entorno cercano también fueron refutados por él, asegurando que su única prioridad fue siempre salvar al menor.
La Policía y el CTI continúan con las investigaciones para determinar los móviles del crimen. Aunque se presume que el atentado estaría vinculado directamente con la entrega del rescate, no se descartan otras hipótesis. Hasta el momento, no se ha reportado la captura de ningún sospechoso.
