En Paraguay se celebró la Copa América de 1999, la cual no le trae especialmente buenos recuerdos a la Selección Argentina. En este torneo, el delantero Martín Palermo se vistió de villano de su propio equipo en el compromiso disputado ante el combinado de Colombia.
Ambos seleccionados habían sido emparejados en el Grupo C de la primera etapa del campeonato, donde tendrían que verse las caras una vez superaran la primera jornada del certamen. En su primera fecha, tanto la albiceleste como la tricolor pudieron sumar de a 3 unidades, después de derrotar a sus rivales, Ecuador y Uruguay, respectivamente.
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Con la confianza en sus hombros, Colombia y Argentina buscaban definir quién sería el líder de la zona en el encuentro que se llevó a cabo en el Estadio Feliciano Cáceres de Luque. Tan sólo transcurridos 5 minutos de partido, llegaría el primer penalti de la noche a favor de los gauchos.
Luego de un centro proveniente desde el costado izquierdo de la cancha, Alexander Viveros acudió a la cita con el balón y, levantando su brazo, intervino en la trayectoria del esférico generando así la primera oportunidad de gol para la selección dirigida por Marcelo Bielsa.
Todo el banquillo de la albiceleste celebraba la pena máxima mientras Martín Palermo se disponía a patear la pelota ante el guardameta nacional Miguel Calero. Con una potencia desmedida, el goleador de Boca Juniors impactó el balón en el travesaño, desperdiciando de esta manera la opción de establecer la brecha entre los dos equipos.
Cinco minutos más tarde, el juego se tornaría a favor de la Selección Colombia con un penalti cometido sobre Arley Betancourth cuando intentaba penetrar el área rival. Así las cosas, Iván Ramiro Córdoba se pidió el cobro y no decepcionó al rematar de derecha hacia el centro del arco.
Con el 1 a 0 para la tricolor, el conjunto argentino se fue al túnel de vestuarios con la intención de mejorar su cara y gestar la remontada en la segunda mitad. Sin embargo, serían los cafeteros los primeros en generar peligro con otro tiro desde los once pasos.
En esta ocasión, el portero gaucho Germán ‘el Mono’ Burgos le impediría celebrar el tanto a Hámilton Ricard, adivinándole el lugar donde finalmente ejecutó su disparo. Las buenas noticias para la Selección Argentina continuaron con otra pena máxima señalada por el árbitro central, Ubaldo Aquino, en el 76 de juego.
De nuevo, Martín Palermo no pensó en darle la oportunidad a ninguno de sus compañeros y tomó el esférico preparado para efectuar el tiro. El apoyo de sus compañeros era innegable, al igual que los gestos de preocupación por parte del delantero ‘xeneize’ en instantes previos al cobro.
Con una carrera desde fuera del área, el platense nuevamente se dejó llevar por el ímpetu y le propinó un fuerte zurdazo a la pelota, el cual resultó colisionando en las rejas ubicadas en la parte posterior del arco. Jalando su pantaloneta y agarrándose la cabeza, Palermo demostró su frustración, mientras que Bielsa caminaba de un lado a otro, con la mirada hacia el césped, buscando explicaciones.
Llegado el minuto 90 y con la Selección Colombia 3 por 0 arriba, el juez volvió a concederle un penalti en favor de la albiceleste. El propio Martín Palermo fue el encargado de generar la acción cuando intentaba eludir a Jorge Bermúdez y, como si se tratara del primer cobro, se hizo dueño del balón, decidido a realizar el remate.
Aunque en este momento, el atacante de Boca digirió correctamente el disparo, Miguel Calero le negaría la opción de anotar para concluir la inolvidable noche con la goleada del conjunto tricolor sobre Argentina en la Copa América 1999.