Lina Tejeiro atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida personal. Ella compartió con sus seguidores una sentida despedida tras la muerte de “Romeo”, su perrito y fiel compañero durante ocho años, una pérdida que dejó al descubierto la profunda conexión que los unía.
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A través de sus redes sociales, la actriz relató con honestidad y emoción cómo la salud de Romeo comenzó a deteriorarse hace cuatro meses, justo cuando ella iniciaba los ensayos de una obra de teatro. “Te dio una pancreatitis y luchamos juntos hasta que lograste salir adelante”, escribió la actriz, recordando el largo proceso de hospitalización que vivieron, marcado por un mes completo en clínica, alimentación cada seis horas y el uso de una sonda nasogástrica.
Durante ese tiempo, Lina Tejeiro vivió dividida entre el escenario y la clínica veterinaria. Confesó que incluso pensó en abandonar la obra para estar al lado de su mascota, pero logró mantenerse gracias al apoyo constante de su madre y su hermano, quienes la ayudaron a acompañar a Romeo en los momentos más críticos. “Iba de ensayos a la clínica y de la clínica a ensayos”, recordó, evidenciando el desgaste emocional que enfrentó.
La despedida final llegó de la manera más inesperada y dolorosa. El día de su última función, Tejeiro notó que Romeo estaba diferente y decidió llevarlo nuevamente a la clínica. Allí le recomendaron dejarlo internado. Aunque el presentimiento era fuerte, la actriz se aferró a la esperanza y a su responsabilidad profesional. “Sabía que te dejaba en buenas manos, pero también sabía que tenía que estar en el teatro para mis dos últimas funciones”, expresó.
En medio de la penúltima presentación, una llamada de la clínica interrumpió el silencio del backstage. La oriunda de Villavicencio no pudo contestar. Minutos después, su madre le confirmó lo peor: Romeo estaba muy grave. “Quería salir corriendo a verte, abrazarte y pedirte que no te fueras. Pero tenía que hacer mi última función. El público ya estaba entrando”, relató con profunda tristeza.
Con el corazón roto, Tejeiro encontró fuerzas para salir a escena, dedicando su última función a su perrito. Al terminar, se dirigió de inmediato a la clínica, donde pudo despedirse. “Te hablé, te agradecí, te besé… y a los minutos te me fuiste”, escribió, describiendo un adiós lleno de amor y dolor.
Hoy, Lina Tejeiro admite que la ausencia de Romeo es difícil de asimilar. La casa se siente vacía, sin sus ladridos al sonar el timbre, sin los jalones del pantalón al salir ni los juegos con la pelota. En su mensaje final, la actriz resumió el amor que los unió: “Te amo con toda mi alma. Gracias por tanto, mi Romeo. Ocho años juntos, donde fuimos profundamente felices”.
