Habitantes de los barrios Lorenzo Morales y Nando Marín, en Valledupar (Cesar), reciben formación en danza, teatro, música y pintura, además de capacitaciones en liderazgo, y acompañamiento psicosocial a las familias.
Estos dos sectores, ubicados en la periferia del municipio y caracterizados por tener Viviendas de Interés Prioritario, han sido privilegiados por los altos niveles de inseguridad y violencia intrafamiliar, social y comunal, que hace que requieran una atención inmediata y una transformación social.
Por esto, desde hace ocho meses se implementó una iniciativa piloto para que estas comunidades tengan fácil acceso a las artes, gracias al proyecto cultural “Arte yo”, que proyecta un enfoque artístico como estrategia de transformación social.
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Este se ha convertido en una táctica, arraigada a la práctica de las artes, que contribuye al mejoramiento en las formas del buen trato tanto familiar como social.
La iniciativa es liderada por Josimar Darío Roa Marriaga, estudiante de la Especialización en Gestión Cultural con énfasis en Políticas y Planeación Cultural de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.
“Por medio de las artes se cambian las mentes de las personas y se transforma el país. Con este proyecto artístico se pretenden borrar estigmas e imaginarios de barrios o sectores que no han contado con suerte”, dijo el estudiante, quien además es profesor de la Universidad Popular del Cesar.
Transformación social
El acompañamiento psicosocial a las familias es de vital importancia para que en estos barrios se logre consolidar una transformación social integral y para que el proyecto no se vea simplemente como la realización de actividades enfocadas para los niños en donde aprendan una coreografía, realicen cuadros y nada más, advierte el estudiante.
Josimar Darío explicó que este proyecto es una iniciativa social proyectada por jóvenes que hacen parte de la Fundación Artístico-Cultural Rebelión del Cesar, quienes a partir de su formación cultural plantean una alternativa artística y psicosocial que permite avanzar en la construcción de herramientas fortalecedoras del tejido social, aumentando la capacidad y el conocimiento de las habilidades y destrezas de niños y jóvenes de estos dos barrios.
“La cultura aporta al desarrollo social y económico de nuestro país, en la medida en que esta se integra a través de capital profesional, que permite mejorar las condiciones de vida de las personas”, concluyó el estudiante de la U.N.
Esta iniciativa se dio a conocer en el “Seminario internacional de métodos de gestión para proyectos culturales”, que realizó la U.N. Sede Manizales.
Proyección del Gestor Cultural
Dentro del Seminario, el profesor Julián García, coordinador del Posgrado en Gestión Cultural con énfasis en Políticas y Planeación Cultural, no solo resaltó este tipo de iniciativas sino que también precisó que la cultura la debe entender el país como el gran armazón de la expresión humana.
Por esto, insistió en que los gestores culturales tienen el reto de tener una visión amplia de la cultura, que va mucho más allá de las artes, para también pensar desde las perspectivas de la salud, de las fiestas populares o del manejo del cuerpo, entre otros temas.
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Por otra parte, la profesora Maya Viesca Lobatón, de la Universidad Jesuita de Guadalajara (México), y el profesor Bruno Maccari, de la Universidad de Buenos Aires, asistentes al evento, explicaron que el principal reto de los gestores culturales es el de articular las decisiones, las estrategias y los proyectos, para beneficio de la comunidad.
El otro reto fundamental que afronta este profesional es el de dar un paso atrás, es decir, revisar, evaluar y replantear constantemente lo que se está haciendo para su beneficio y el de la sociedad.
Este trabajo debe ir acompañado del desafío de la profesionalización de la carrera, para que se legitime y pueda asentarse en la agenda de las políticas públicas del país.
Con información de Agencia de Noticias Universidad Nacional
