Diego González es un bogotano apasionado por la fotografía, es diseñador gráfico y profesional en medios audiovisuales, de ahí nace la forma en la que ve las cosas de manera distinta.
El artista utiliza las redes sociales para mostrar su trabajo. Creó su cuenta de Instagram hace 11 años, esto lo hizo con el objetivo de participar en un concurso de fotografía impulsado por el Museo MoMA de Nueva York, en donde se impuso como uno de los ganadores y su trabajo estuvo expuesto durante una semana en el museo. A raíz de esto, su carrera tomó impulso y empezó a incrementar el número de seguidores logrando que su trabajo se hiciese visible.
En conversación con Kienyke.com, Diego González cuenta que tiene un especial interés en la fotografía de naturaleza, a través de su arte empezó a descubrir que Colombia tiene muchos lugares que aún no están explorados y los cuales pueden ser una fuente de ingresos para las comunidades en los territorios.
“Una de las sorpresas para mi vida fue descubrir Santander”, relata Diego. Municipios como Barichara y San José de Suaita, en donde se encuentra la Cascada de los caballeros, acapararon su atención. El municipio es pequeño pero con gran belleza natural.
En las travesías ha tenido la oportunidad de conocer las diferentes caras del turismo, dice que en lugares como Ciudad Perdida (Santa Marta), Caño Cristales (Macarena) o los Cerros de Mavecure (Inírida) se evidencia un turismo ecológico masivo con una organización muy cuidadosa con la naturaleza. Hay muchas almas aventureras que no necesitan de un guía, pero siempre hay que tener mucha conciencia sobre los actos que se realizan en los recorridos. Además, dice que ir sin guía implica que hay que tener más cuidado y respeto por la naturaleza.
La responsabilidad que tiene el turista en los territorios es muy grande, la importancia de educación ambiental es fundamental en los estilos de vida. Los cuidados en los territorios van desde el cuidado de los caminos, el equilibrio con la naturaleza y el respeto por los animales que habitan en las regiones. Diego González cuenta que en estos tiempos de pandemia encontrar tapabocas botados en los recorridos es muy común.
La experiencia que él vivió en Santa Marta, durante la caminata hacia Ciudad Perdida, es un ejercicio en el que se encontró consigo mismo viviendo las maravillas de la naturaleza. También, encontró el valor de las cosas que enriquecen la visual del medio ambiente.
Hay muchos ascensos que le han costado, debido a cada entorno los tipos de miedos son distintos, una de las recientes experiencias que vivió fue en La Paz (Santander) que tiene el hoyo del aire, un hueco de 200 metros en la tierra. El descenso es difícil y un reto para vencer los temores.
En la cuenta personal de Diego en Instagram, él comparte las fotografías con una descripción en la que cuenta desde míticas historias hasta la información del territorio. Como parte de la interacción con los locales es fundamental en la experiencia involucrarse con los locales, asimismo, realiza una investigación para las descripciones que acompañan fotografías de los bellos territorios.
González, también se interesa por mostrar la arquitectura, especialmente capta momentos y contrastes en Bogotá. Al ser su ciudad natal, una de las zonas que más le gusta retratar es la Candelaria, la arquitectura que hay allí cuenta historias.
La invitación del viajero para las personas que quieren viajar en esta temporada es que las personas tiendan a recorrer destinos diferentes y apoyar lugares bellos, que no son tan concurridos. Hay muchos lugares cercanos a Bogotá como El Neusa, Zipacón, Machetá, Bojacá y Manta, estos son lugares que no son concurridos y pueden demostrar otras formas de turismo.
