
La provincia de Edirne, al noroccidente de Turquía, se ha convertido una vez más en el campo de batalla del evento de un deporte tradicional en el que los competidores luchan para conseguir un cinturón dorado y honrar una tradición de siglos de antigüedad.
El Festival de Lucha en Aceite de Kirkpinar, que se celebra este viernes, es uno de los eventos deportivos más antiguos del mundo y se lleva a cabo cada año desde 1362, con luchadores que batallan tanto física como mentalmente sin el uso de ningún tipo de equipamiento.
En la típica lucha en aceite, los competidores usan pantalones de cuero, se untan aceite de oliva en todo el cuerpo y buscan derribar a su rival en el campo para ser la última persona de pie. El que lo logre, conseguirá el título de Baspehlivan (luchador principal) y podrá usar el prestigioso cinturón dorado durante un año.
Para el pueblo turco, la lucha en aceite se ha convertido en una parte indispensable de la cultura del país, y se refieren a ella por lo general como un “deporte ancestral”.
A través de la historia, los turcos, particularmente los soldados, han practicado lucha con propósitos de entrenamiento, como muestra de coraje e incluso, como un medio para ganar el corazón de sus amores.
“La lucha en aceite une a las personas en nuestro país, y me siento orgulloso de hacer parte de este antiguo torneo que se ha realizado desde hace siglos. Esto refleja nuestra cultura”, declaró Ali Gokcen, un luchador experimentado, en declaraciones a la Agencia Anadolu.
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Con 40 años, des los cuales ha dedicado 25 a la lucha en aceite, Gokcen dice que las tradiciones locales son las dinámicas principales que crean una identidad nacional y que, en este contexto, el festival de Kirkpinar juega un papel fundamental en la definición de la cultura turca.
“Luchadores de varias provincias vienen a la ciudad de Edirne para conmemorar este festival y nuestra cultura. Empezamos con oraciones, cantamos el himno nacional, recordamos a los luchadores famosos y mostramos respeto a nuestra herencia cultural con las generaciones jóvenes de luchadores que pasean por el lugar”, relata Gokcen.
El luchador expresó que lo llena de orgullo batallar en los campos “sagrados” de Sarayici, en donde tiene lugar este evento, independientemente si gana o no el campeonato, ya que tiene la oportunidad de participar en un deporte jugado en Oriente Medio que jugó el mismo profeta Mahoma.
“Sudar en los campos en donde aparecieron los luchadores legendarios durante siglos es una experiencia que no puedo describir en palabras”, dijo Gokcen, y aseguró que seguirá participando en el festival de Kirkpinar toda su vida.
Los rituales únicos y personajes de Kirkpinar
Al igual que en otros eventos antiguos, el festival de lucha en aceite de Kirkpinar también ha desarrollado rituales característicos en lo corrido de estos siglos.
Hace varios siglos, cuando no había tantas herramientas, los pioneros del Kirkpinar solían enviar velas con bases rojas a otras aldeas para informar a las personas que el torneo estaba próximo a suceder. Hoy, con el objetivo de preservar la tradición, las autoridades siguen enviando este tipo de velas a los luchadores.
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Luego, viene el pesrev, la danza típica en la que los luchadores calientan, animan a la multitud y saludan a sus oponentes. Los competidores realizan esta tradición con el fin de saludar a la multitud, provocar a sus oponentes y obtener poder espiritual.
El animador, o “cazgir” es responsable de presentar los luchadores al público. Y después, con un poema leído de forma tradicional, invita a los competidores al campo para dar inicio a las oraciones.
Los músicos de percusión y de zurna (flautas) también juegan un papel muy importante en este antiguo festival. No solo porque tocan en las calles e invitan a las personas a acudir a las personas a los partidos, sino que también participan en los encuentros, especialmente cuando la energía está por debajo y le informan a los luchadores que la multitud quiere ver acción de verdad.
El Kirkpinar Aga, o patrón del festival, es responsable de dar inicio al evento.
Aunque el rol del patrón ha cambiado con el paso de los años y se ha convertido en una figura más simbólica, en la antigüedad, estos patrones brindaban asistencia financiera a los luchadores y realizaban eventos de caridad en sus pueblos para honrar el festival.