Ayelet Shaked es una diputada de extrema derecha con rostro de muñeca: ojos grisáceos, pestañas encrespadas y una larga nariz respingada. Está casada, tiene 38 años, estudió ingeniería de sistemas y pertenece al partido Hogar Judío, el más radical de su país. Esta férrea opositora a la creación del estado palestino es más conservadora que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Sus posturas violentas, que invitan al exterminio, le han valido el apodo de ‘el ángel de la muerte’.
El pasado 7 de julio, Shaked escribió en su Facebook un mensaje que indignó a quienes lo leyeron en los diarios de varios países del mundo, que lo reprodujeron de manera masiva. Esto fue lo que publicó en la red social: “Detrás de cada terrorista se encuentran docenas de hombres y mujeres sin los cuales él no podría involucrarse en el terrorismo. Todos ellos son combatientes enemigos y ciertamente deben morir. Esto incluye, también, a las madres de los mártires que envían a sus hijos al infierno entre flores y besos. Los hijos de los hijos deberían seguir; nada sería más justo. Deben desaparecer, como asimismo los hogares donde se cría a las serpientes. De no ser así, muchas más serpientes pequeñas serán criadas”.
En otro mensaje, dijo: "Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes".
Las declaraciones de Shakar avergonzaron a muchos judíos, como a la escritora Mira Bar-Hilel, quien escribió una columna en The Independient titulada ‘Por qué estoy a punto de quemar mi pasaporte israelí’. En su texto Mira afirma lo siguiente:
“Shaked ha logrado lo que quería. El número de víctimas fatales en Gaza ya asciende a las cien, y una de cada cuatro de ellas es un niño o una niña. Centenares de personas han sufrido heridas graves en un territorio donde los hospitales son atacados y los insumos médicos ya se agotan”.
Lea también "Israelíes celebran en las calles muerte de niños palestinos" (Video)
Una semana antes de publicar el controvertido mensaje, Shakar escribió, también en Facebook: “Ésta no es una guerra contra el terror, ni contra los extremistas y ni siquiera contra la Autoridad Palestina. La única realidad es que esta guerra es entre dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo de Palestina. ¿Por qué? Pregúntenles a ellos: ellos comenzaron”.
"Tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Ellos son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas fallecidos".
Esta joven mujer es la cara más radical de un conflicto que se recrudeció con los recientes bombardeos sobre Gaza, que no cesan y que según las últimas cifras, han dejado más de 1200 personas muertas y 6000 heridas. Gaza es una ciudad sin luz ni agua gobernada por el miedo y las humaredas que dejan los bombardeos. Calles, parques y hasta colegios han sido castigados por las balas y los misiles.
Lea también la historia de la niña que nació por cesárea tras la muerte de su madre en un bombardeo en Gaza.
Mientras tanto, Shakar sigue alentando los bombardeos, quiere ver a los palestinos arrasados. Más sangre, más muerte, es lo que pide esta bella diputada: ‘el ángel de la muerte’.
En otro mensaje, dijo: "Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes".
Las declaraciones de Shakar avergonzaron a muchos judíos, como a la escritora Mira Bar-Hilel, quien escribió una columna en The Independient titulada ‘Por qué estoy a punto de quemar mi pasaporte israelí’. En su texto Mira afirma lo siguiente:
“Shaked ha logrado lo que quería. El número de víctimas fatales en Gaza ya asciende a las cien, y una de cada cuatro de ellas es un niño o una niña. Centenares de personas han sufrido heridas graves en un territorio donde los hospitales son atacados y los insumos médicos ya se agotan”.
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Una semana antes de publicar el controvertido mensaje, Shakar escribió, también en Facebook: “Ésta no es una guerra contra el terror, ni contra los extremistas y ni siquiera contra la Autoridad Palestina. La única realidad es que esta guerra es entre dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo de Palestina. ¿Por qué? Pregúntenles a ellos: ellos comenzaron”.
"Tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Ellos son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas fallecidos".
Esta joven mujer es la cara más radical de un conflicto que se recrudeció con los recientes bombardeos sobre Gaza, que no cesan y que según las últimas cifras, han dejado más de 1200 personas muertas y 6000 heridas. Gaza es una ciudad sin luz ni agua gobernada por el miedo y las humaredas que dejan los bombardeos. Calles, parques y hasta colegios han sido castigados por las balas y los misiles.
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Mientras tanto, Shakar sigue alentando los bombardeos, quiere ver a los palestinos arrasados. Más sangre, más muerte, es lo que pide esta bella diputada: ‘el ángel de la muerte’.
