El café es un grano que se cosecha en muchos países, especialmente en Colombia, aclamado por su alta calidad; Brasil, por producir cantidades exorbitantes y El Salvador, por marcar diferencia en su sabor. Es el producto que tiene la facultad de mantener en perpetua incertidumbre económica a los productores y en estado de locura a sus compradores.
Hace varios meses Manizales inició junto a la Alcaldía y Fenalco una iniciativa para llevar el café a nuevos niveles y dar reconocimiento a este producto que nace en las diferentes veredas del municipio. Esta receta incluye el sabor del ron, el aguardiente y la miel, generando un estallido inigualable para el paladar.
Lo más interesante es la mujer como imagen de esta receta denominada 'Un Manizaleño'. Manuela Gallego se convierte en Flor. Es una joven de 21 años, proveniente de la Cuchilla del Salado, una vereda aledaña a Manizales, caficultora, barista, catadora y campesina que con los años aprendió a dominar la industria caficultora sin dejar de lado su vida universitaria. Es la pieza fundamental para demostrar que los jóvenes emprenden en proyectos agrícolas enfocados al desarrollo profesional.
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"Nací y crecí con el café, este amor aumentó gracias a mi familia. Además, apoyaré al reloj generacional, para demostrar que los jóvenes deben ser parte de esto. Crearé proyectos que favorezcan a mi vereda y por último, Flor se convertirá en una pequeña muestra del empoderamiento e importancia de las mujeres en el campo."Para el Secretario General de la Alcaldía de Manizales, John Robert Osorio, el amor que imprimen las mujeres en todo el proceso del café es bastante destacable, asegura que "nosotros somos gente de la montaña y queremos demostrar la calidad de nuestras zonas rurales, a través de nuestros cafés especiales que nacen de las veredas aledañas a nuestro municipio. Es importante darle un reconocimiento especial a nuestros campesinos, en especial a los caficultores".