En medio del debate legislativo sobre la reforma a la salud, un experto en innovación propone una alternativa tecnológica que, según sus cálculos, podría modernizar el sistema y generar ahorros anuales cercanos a $1,7 billones, evitando los riesgos de burocratización que han enfrentado otros modelos en el mundo.
Aunque el país cuenta con logros importantes, como una cobertura cercana al 95 % y uno de los menores gastos de bolsillo de la región, enfrenta desafíos estructurales: en 2022 se presentaron 156.412 tutelas por servicios de salud (unas 636 por día hábil); el uso de urgencias es muy superior al promedio de la OCDE; y la sostenibilidad financiera sigue en alerta.
Ante este panorama, Juan Manuel Goenaga, experto en innovación, propone implementar una plataforma de inteligencia artificial preventiva como columna vertebral de un nuevo modelo sanitario para el país.
“La salud de los colombianos no debe depender de filas ni trámites. Con IA preventiva podemos anticipar riesgos, acompañar en casa y sostener el sistema financieramente reduciendo costos. Nuestra salud no está en la clínica o en urgencias, se encuentra en nuestro bienestar día a día”, explica Goenaga.
Según el especialista, este modelo permitiría disminuir hospitalizaciones evitables, reducir en un 30 % las urgencias innecesarias y mejorar la atención de enfermedades crónicas y salud mental.
Goenaga señala que la transformación requiere más que tecnología: demanda la construcción de un ecosistema industrial robusto. “Un plan bien llevado puede llevarnos a tener un Estado desarrollado y una economía acelerada. Por eso pienso que a la reforma actual le falta ambición”, afirma.
Su propuesta contempla el impulso a cinco sectores clave:
- Electrónica médica, con producción local de sensores, textiles inteligentes y dispositivos de monitoreo.
- Semiconductores de bajo costo para inteligencia artificial local.
- Textil inteligente, orientado al desarrollo de materiales para salud y bienestar.
- Minería verde, para procesar grafeno, cobre, litio y tierras raras con estándares sostenibles.
- Conectividad rural, para cerrar la brecha digital: hoy solo 28,8 % de hogares rurales tiene internet.
El modelo se complementa con la interoperabilidad de datos clínicos bajo estándares internacionales HL7-FHIR, lo que permitiría un sistema más eficiente y seguro.
Las capacidades de la plataforma incluirían agentes de prevención personalizados en nutrición, actividad física y salud mental, predicción de riesgos para enfermedades crónicas y monitoreo continuo mediante sensores que analizan sueño, movilidad, variabilidad cardíaca y adherencia a tratamientos.
“Cuando hablamos de optimizar, es crear una optimización cuántica del sistema de pagos del servicio de salud para mejorar la experiencia del cliente. Quiero que mi salud sea igual aquí en Bogotá o en un resguardo indígena”, sostiene Goenaga.
El plan plantea acciones para distintos actores:
- Gobierno y Congreso: impulsar un plan nacional de innovación cuántica en salud, incluir IA preventiva en el Decreto 0858, financiar ecosistemas tecnológicos y capacitar líderes sociales.
- Academia y empresa: fortalecer clústeres de salud digital y alianzas universidad-empresa.
- Sociedad: exigir la prevención como derecho y promover habilidades blandas e innovación.
Para que el modelo sea viable, el país tendría que aumentar su inversión en investigación y desarrollo del 0,3 % del PIB actual a un mínimo del 4 %.
“El desarrollo de estas industrias está limitado a la empresa privada mientras el Estado no cree conocimiento. El avance real debe lograrse en la sinergia de ambas partes”, concluye Goenaga.
