El expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) pidió este miércoles al próximo mandatario, que será elegido en 2026 y sucederá a Gustavo Petro, que retome “el camino de la implementación” del acuerdo de paz que su Gobierno y las FARC firmaron el 24 de noviembre de 2016.
“Quiero hacer un llamado respetuoso pero firme al próximo presidente de la República para que retome el camino de la implementación, no como un legado de un Gobierno sino como una política de Estado que beneficia a todos los colombianos”, expresó Santos durante un acto de conmemoración de los nueve años de la firma del acuerdo.
El exmandatario, ganador del premio Nobel de Paz de 2016, ha sido crítico del trabajo de los gobiernos de sus sucesores, Iván Duque (2018-2022) y Gustavo Petro (2022-2026), frente a la implementación del acuerdo.
El acuerdo como hoja de ruta
Santos sostuvo que “el acuerdo sigue siendo una hoja de ruta para responder a muchos de los problemas estructurales del país”, pues considera que es “la oportunidad más clara y estructurada que ha tenido Colombia para construir un país distinto”.
El exmandatario, que lideró la conmemoración organizada por su fundación Compaz y la Alcaldía de Bogotá, recalcó que en “la implementación integral del acuerdo está gran parte de la solución de todos esos desafíos”.
“Es la falta de implementación del acuerdo lo que permitió que en esas zonas que hoy están sufriendo la violencia llegaran los diversos grupos armados a llenar el vacío que el Estado ha debido llenar y entre ellos comenzaron una guerra por el control del territorio, lo que hace cualquier mafia”, señaló.
- Le puede interesar: ¿Por qué Perú ha tenido tantos presidentes en tan poco tiempo?
Logros, pendientes y la JEP
Durante su intervención, Santos reivindicó algunos de los beneficios de la paz, como que alrededor del 85 % de los guerrilleros desmovilizados “continúa en sus procesos de reincorporación, a pesar de las amenazas y hostigamientos que muchos enfrentan en sus territorios”.
Sin embargo, lamentó que “en estos nueve años han sido asesinados más de 450 firmantes del acuerdo” y que el 15 % de los excombatientes, “una pequeñísima minoría, se ha devuelto a la guerra”.
“La mayoría de ese 15 % ha sido víctima de algo que están sufriendo muchos firmantes, que es la estigmatización”, añadió.
Santos también destacó el trabajo de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), creada por el acuerdo, que emitió sus dos primeras sentencias: la primera, el pasado 16 de septiembre contra siete integrantes del último mando de las FARC, a penas alternativas de ocho años de restricción efectiva de derechos; y la segunda, dos días después, contra 12 exmilitares del Batallón de Artillería La Popa, condenados a penas restaurativas de entre cinco y ocho años por crímenes de guerra y de lesa humanidad por 135 asesinatos cometidos entre 2002 y 2005.
“Finalmente emitió sus primeras sanciones, que para muchos pueden parecer insuficientes, pero que demuestran que el sistema está funcionando, avanzando, produciendo decisiones basadas en la verdad y la responsabilidad”, expresó Santos.
El expresidente agregó que “lo que está ocurriendo en la JEP no tiene precedentes en el mundo: máximos responsables reconociendo sus crímenes atroces delante de las víctimas, delitos que por décadas habían quedado en la impunidad”. EFE
