La acérrima diferencia entre los extremos del espectro político colombiano, que por parte de la izquierda han tenido como máxima expresión a las guerrillas, calificadas como terroristas, que propiciaron la creación de un equivalente aparato paramilitar y la brutal guerra desatada, no nos han permitido superar la patria boba y nos colocan a expensas de intereses extranjeros de derecha o izquierda, llámese gringos, europeos, rusos, chinos, cubanos y hasta venezolanos.
Cada lado por el afán de tener el control absoluto en el país negocia y vende nuestra patria. ¿A cuenta de que son las ayudas del exterior para un lado u otro?, de eso bueno no dan tanto, ¿Serán los TLC el plato de lentejas a cambio de lo cual la derecha entrega nuestro país por apoyo militar con el fin de mantener el control?, o San Andrés?, ¿O con posterioridad entregar petróleo a precio de huevo, lo que ofrece la izquierda? ¿O subsidios como en Venezuela o Argentina, que no tienen como pagar sus deudas, a veces ni papel higiénico?
La constitución del 91 abrió espacios a la izquierda, lo que facilita citar ejemplos de gobierno en cada lado. El presidente Uribe desarrollo un gobierno que tuvo como eje central la seguridad a partir de mayor presencia del estado, de ahí el alto nivel de aceptación, modernizó ampliamente el aparato estatal, avanzando en un modelo gerencial, sin embargo al final la corrupción marco una nota disonante, al igual que calificar a todos sus contradictores de amigos del terrorismo, actitud de manifiesta arrogancia. En dos años de gobierno de Petro, Bogotá tuvo avances en educación de alta calidad, seguridad, movilidad y programas sociales, su lunar se da por la forma atropellada como intento cambiar el modelo de recolección de basuras, la imagen que proyecto fue de improvisación y arrogancia, lo mismo que la alta rotación de sus secretarios. Vistos los ejemplos de cada orilla política, se identifica la arrogancia como el común denominador.
Con fortuna en el devenir político del país, la guerra ha bajado la intensidad y ha surgido un tipo de gobernante que supera el estilo mezquino de los radicales, son ellos: Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Sergio Fajardo, que han centrado su quehacer administrativo en la pulcritud del manejo de los recursos públicos, la educación y la cultura ciudadana, exitosos en sus administraciones, por tal motivo de gran aceptación y buena imagen en la ciudadanía, personas de trayectoria académica y gerencial, con gran sensibilidad social, que debería ser el perfil general de nuestros gobernantes, algo parecido a lo que se da en Chile y Brasil, donde la convivencia y crecimiento son sostenibles. La puja irreconciliable de las inapelables posiciones terminara llevando a nuestro país a una fractura, que le haría perder el atractivo estratégico que tiene el armónico pedazo de territorio que nos toco para vivir.
Extremas, derecha e izquierda, sin criterio constructivo
Vie, 03/01/2014 - 09:30
La acérrima diferencia entre los extremos del espectro político colombiano, que por parte de la izquierda han tenido como máxima expresión a las guerrillas, calificadas como terroristas, que propi