Uno de los factores que ha garantizado la gobernabilidad y la imagen favorable de un mandatario es utilizar y mantener el diálogo político con la ciudadanía, con el fin de resolver las situaciones cotidianas, en los últimos 7 años de gobierno Santos ha sido evidente la ausencia de diálogo con los colombianos, las situaciones como paros, huelgas, protestas llegan a puntos extremos por la falta de diálogo.
Todos recordamos la frase famosa “el tal paro no existe” refiriéndose al paro agrario que duró tantos meses, que causó una parálisis económica al sector agropecuario, todo por no sentarse a la mesa a tiempo, de manera oportuna y previendo salidas para las partes.
Es absurdo que en el mes de mayo todavía no se consignen los aumentos a los salarios de los funcionarios públicos, aprobados desde el mes de enero con el salario mínimo, aquellos empleados públicos que acompañaron las marchas de los maestros la semana pasada lo hicieron esperando una respuesta del gobierno a esos incrementos salariales que aún no llegan.
Todos se preguntan cómo la nueva Ministra de Trabajo dice como respuesta que no hay recursos para los maestros a pesar de ser unos reclamos justos, con unas cifras tan elevadas que se destinaron en los últimos años para el proceso de paz y hoy no se cuentan con recursos para los funcionarios públicos.
Ante estos escenarios es necesario observar los sucesos ocurridos en los últimos días en Buenaventura, reclamos necesarios ante la ausencia del Estado en este municipio, sin agua potable, con inseguridad, fallas en salud, educación y vías. Se generó el paro, con disturbios y saqueos motivados por terceros que infiltraron la protesta ciudadana terminando en un gran caos. Donde se perdió el objeto cívico de la protesta.
Promesas incumplidas que hacen que un pueblo que no es escuchado responda con violencia, un gobierno que prometió y no cumplió, promesas que surgieron ante protestas anteriores se evidencia que fue solo para calmar la protesta pero no para solucionar de fondo los problemas existentes. Cómo sentarse a una mesa y prometer con toda la tranquilidad para levantar un paro y meses o años después sin ningún resultado, y todavía el gobierno se sorprende ante las protestas.
Sin ningún miramiento esperan que se anuncie el paro, se generen disturbios y se publique el incumplimiento de las promesas. La gran decisión es enviar el ESMAD para que después de 4 días de paro cívico se agredan a las mujeres, niños y ancianos. Así lo denunció públicamente, José Miguel Vivanco de Human Rights Watch. ¿Y las negociaciones que? ,¿Y las promesas incumplidas que?. ¿Al mejor estilo venezolano se envía el ESMAD para solucionar el problema?.
Colombia ha sido un país que institucionalmente ha utilizado el ESMAD como estrategia disuasiva, si bien hay que controlar el orden público no se pueden generar desmanes contra la población civil ante la ineficiencia de una gestión del ejecutivo.
Buenaventura ha sido un municipio históricamente olvidado, no por ello, se deben ignorar sus necesidades que generan un alto impacto en todo el país dado que es uno de los puertos más importantes, ya se han calculado altas pérdidas económicas precisamente por el valor geoestratégico que tiene el puerto para el comercio nacional.
Es un municipio con gran importancia para la economía y al igual que los demás requiere atención del gobierno nacional. La verdad nunca se ha entendido la estrategia de este gobierno, se deja que las cosas exploten y luego se negocia algo que no se va a cumplir y así se han pasado 7 años. Y cuando no pueden manejar el asunto ahora envían ESMAD.
Se esperaría que un Presidente de la República que ha ganado un Nobel de Paz se caracterice por la negociación y solución pacífica de conflictos en su país, pero en Colombia es todo lo contrario en la actualidad, no se negocia, no hay diálogo con la ciudadanía y no se cumplen las promesas. Con videos que circulan en redes sociales sobre los abusos contra la población civil en Buenaventura visibilizan la contradicción entre cómo se publican los resultados de la gestión de gobierno y cómo se procede realmente al interior del país.
La respuesta del gobierno es que todo está bajo control según el Twitter del Presidente Santos, pero no se responde ante las promesas. Hay que adicionar a este escenario la importancia que tiene también la población negra que habita en esta zona, es una población vulnerable que tiene connotación étnica y hace parte del patrimonio cultural de la nación.
Esperemos que este paro se resuelva, no como todos los anteriores, que los Ministros relacionados con las reclamaciones se tomen el tiempo para negociar, para discutir, para debatir y sobre todo para llegar a acuerdos cumplibles y no sólo para aparentar un acuerdo imposible.
El diálogo político debe darse de manera permanente, oportuna y real. Con la verdad entre las partes, con las cartas sobre la mesa y con el respeto a los derechos humanos de la población civil. Sin acciones de abuso de poder y sí en cambio con una actitud de paz como la que se utilizó con las FARC en La Habana y no al estilo venezolano con ESMAD y vulneración.
