Colofón de la semana sobre afectividad:
Yo resisto por mí y desde ahí por todas - resisto para que todas las mujeres que habitan en mi sean en libertad y sin miedo - y desde ahí resisto por todas las mujeres que somos e invito a todas ustedes a que hagan lo mismo desde su trinchera - Somos diversas y ninguna mujer es una "sola cosa" la sociedad no solo debe reconocernos como a mujeres sino comprometerse a no fragmentarnos a no exigirnos dividirnos -Nosotras debemos poder llevar a todas nuestras maneras de ser a todas partes sin ser censuradas no aceptemos la fragmentación - " no puedes SER esto o lo otro mientras estés conmigo" es una dictadura social impuesta por el monopolito de los hombres distinto es la fragmentación social debido a las dinámicas de relaciones interpersonales necesarias en un momento dado que nos toca vivir a hombres y mujeres .
Y otra que te digan " quiero que conmigo solo seas esto con la humanidad puedes ser como quieras conmigo si quieres mi amistad, mi apoyo o mi amor debes ser solo lo que me gusta que seas para mí”. Eso también es violencia y es opresión.
- Por amor o por cualquier otra razón no permitamos que nos fragmenten la libertad yo quiero un mundo donde todas las personas podamos ser auténticas. Sobre todo donde las mujeres tengamos la opción de poder ser y hacer todo lo que ellos sin sentir culpa, sin recibir reproches sin que dejen de amarnos por no aceptar sus condiciones.
- Solo seremos mujeres putamente libres cuando decidamos resistirnos a seducir desde la incomodidad de fingir ser mujeres que no somos o esconder parte de las mujeres que somos para no quedar solas.
. Vale la pena luchar por esta libertad ellos aprenderán amarnos sin castrarnos cuando TODAS decidamos no comprar su cariño con OBEDIENCIA.
He sido abandonada por hombres que he amado con toda mi alma por no complacerlos en su capricho de " comportarme bien en su presencia" los he llorado y no me ha importado porque al final sé que mi libertad vale el desprecio de todos los hombres amados.
Tengo la gran fortuna de estar casada hace 12 años con un hombre que abraza todas mis luces y sombras y ha aceptado mi complejidad no sé cuánto dure esto. Lo que sé es que lo que dure ya es evidencia de que si podemos ser amadas sin ser fragmentadas-.
Si queremos ser mujeres de poder empecemos por liberarnos de la fragmentación.
Yo lloraría toda mi vida a los hombres que he amado de ser necesario antes de someterme a su cárcel amorosa con la excusa de que " es lo mejor para nuestra relación".
Nosotras no lograremos el poder completo mientras negociemos con ellos el derecho a SER .mientras no reivindiquemos desde nuestra realidad afectiva todas nuestras formas de ser mujer en ninguna otra realidad tendremos autonomía y poder completo.
No es sencillo.
Yo he sufrido de gran envidia cuando veo a mujeres adoradas por hombres increíbles -a los que pude conocer un poco de su amor y amarles en libertad y enseñarles otras maneras de amar que son posibles. Hombres que después de seducirme como difícilmente puedo ser seducida y conocer los brasas de mí pasión decidieron dejarme por “perder el enamoramiento”.
En realidad lo que les aburrió de mí es mi intensidad, mi manera directa de ser. Mi rebeldía y mi negación a ser una damita dulce únicamente.
-Todas somos dulces damitas y fieras rebeldes .Todas llevamos a todas las versiones de mujeres dentro. Fuertes y débiles.
Muchos de ellos solo quieren disfrutar de los beneficios de nuestras luces y que escondamos nuestras insoportables sombras. Eso sí que les amemos a ellos completos con todo el paquete con todo lo que son.
Las mujeres que decidimos no fragmentarnos estamos condenadas a sufrir un dolor profundo cada vez que amamos. El dolor de elegir el amor por nuestra libertad o el amor por los hombres.
– A mí me ha ido bien no estoy sola. No está mal ser una mujer sola si ese es el deseo de su vida .En mi caso por ser una mujer profundamente emocional no quiero estar sola. Obvio prefiero estar sola que mal acompañada.
Soy amada con un amor que no logro descifrar –
Aun así sigo llorando por los amores que he perdido y que quise vivir y no pude porque me echaron sin usar una sola mala palabra o una agresión de hecho. Lo hicieron con la peor manera que se le puede echar a alguien con indiferencia o con armonía y dulzura otros con empujones dulces diplomacia que llaman hasta llegar al frio silencio y el desdén plagado casi de apatía y eso duele porque alguna vez sentiste un calor especial que hoy te quitan en medio de “buena educación” y ese trato pareciera hasta lastima .
Es una sensación horrible igual vale la pena soportarla si se trata de aprender a aceptarnos con luces y sombras.
Ha valido la pena que me saquen de sus vidas por no someterme a la sagrada orden “conmigo no seas así. Con todo el mundo si conmigo no” al final el tiempo me deja la dicha de haber amado como una Diosa que sabe amar y amarse sin resentimiento en medio de las contrariedades.
No puedo aceptar la fragmentación quizá sufro más con la fragmentación que con los rótulos yo soy una mujer poli amorosa entonces sufro el amor más que esas mujeres que saben amar a un solo hombre o persona porque a mí me hace daño el desprecio a mi libertad de quienes he amado.
Debo continuar el camino. Aprender a ser una amiga más de quienes he amado con un amor que solo se sentir porque no sé cómo describir.
Igual he sido muy fuerte porque he aprendido a dejar que mi amor se seque solo, que viva hasta que se canse de amar porque si lo violento y lo arranco con dolor la herida es infernal. He aprendido a dejarlo secar. El amor no correspondido se seca en algún punto y no duele – He aprendido a cultivar más mi amor propio para que el sufrimiento por otros amores sea llevadero.
Ellos no saben todo lo que pierden cuando no lograr amar sin condicionar.
Espero que en un futuro no muy lejano mis hijas y mis nietas gocen del amor limpio de hombres nuevos capaces de amarlas con todas sus luces y sombras incapaces de pretender fragmentarlas o moldearlas eso va a suceder solo cuando toda mujer se niegue a amar a un hombre más de lo que ama a todas las mujeres que habitan en ella.
Mar candela – La mujer
