El proyecto de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) ha desatado controversia, con puntos negativos y positivos, esto lo acepta el ministro Vargas Lleras. La idea principal es la construcción de casas gratis para ‘los más pobres’. La historia desde el papel hasta la realidad, la controversia, las grietas y el tema que no se ha tocado todavía: ¿cuáles son los resultados de este proyecto en la gente? Aquí está la historia
¿De qué sirve darle casas a “los más pobres” sin enseñarles a trabajar o a sostener sus familias? -De lo mismo que sirve darle pescado a quienes viven en los puertos, sin enseñarles a pescar. El proyecto de Viviendas de Interés Prioritario (VIP), impulsado en la actualidad por el ministro de vivienda, Germán Vargas Lleras, ha sido de gran polémica por las tierras en las que se están construyendo las casas, los arquitectos a los que se asigna el proyecto, las constructoras que celebran los contratos y los dineros que se emplean para el mismo, pero nunca se han debatido las consecuencias ‘del regalo’. La pregunta que, por ende, surgiría a continuación es si realmente se está regalando una mejor esperanza de vida o se está regalando pobreza.
El proyecto de Viviendas de Interés Prioritario comenzó a radicarse, en mayo del año pasado, en el Congreso de la República donde se definió el marco legal por el cual se regiría la propuesta de construir 100 mil viviendas “cien por ciento subsidiadas para los más pobres”, según el ministro Vargas Lleras. Las comisiones conjuntas del Senado y la Cámara aprobaron la petición y se destinaron cuatro billones de pesos a la construcción de las casas en todos los departamentos y la capital del país, siempre y cuando el veinte por ciento del total del dinero fuera destinado a municipios de categoría cuatro, cincos y seis. En otros términos, según la Carta de Exposición de Motivos del proyecto de ley 108 de 2005 de la Congrego de La República, son los municipios de hasta tres mil habitantes con ingresos entre los quince y mil y treinta mil salarios mínimos; es decir, los menos favorecidos.
El noviembre del año fue escenario de cuarenta y un mil casas construidas y el año pasado se cerró con la construcción de ochenta mil, distribuidas en los departamentos del Valle del Cauca, Bolívar, Cesar, Atlántico, Nariño, Caldas y Magdalena. El proyecto, según la presidenta de la Cámara Colombiana de Construcción (CAMACOL), Sandra Forero, reconoció que este tipo de viviendas había favorecido en el crecimiento de las regiones en un 9,9 por ciento, en una entrevista con la revista SEMANA a fines del año pasado. El 2013 abrió sus puertas con proyectos de este tipo igual de ambiciosos: la construcción de 1.823 viviendas en los sectores de Las Margaritas, Villa Karen y El Pulpo, en el centro y suroccidente de Bogotá. En una conferencia de prensa, el ministro Vargas Lleras recordó que ya están construidas nueve mil del total de casas y que en mayo del presente año se haría la entrega masiva de las mismas.
El trámite demoró en comenzar por el tiempo de licitaciones del distrito. Vargas Lleras escribió en su cuenta de Twitter que todo está listo para la iniciación de las obras y que esperaba que las licitaciones no generaran demora aunque “generalmente, esos trámites se vuelven interminables”. El Distrito hizo su parte y el viernes 12 de abril del presente año se puso el primer ladrillo que dará inicio la construcción de las últimas 275 casas, cumpliendo la meta de Las Viviendas de Interés Prioritario que, básicamente, se diferencian de su proyecto hermano Viviendas de Interés Social (VIS) porque las estas segundas se entienden como las construcciones hechas “para garantizar el derecho a la vivienda de los hogares de menores ingresos” y en su mayoría no son subsidiadas en su totalidad por el Estado, según Elisa Judith Gravito, Jefe de la Oficina Asesora Jurídica en Carta de Definición de Vivienda de Interés Social por el Ministerio de Vivienda.
¿Cómo ser beneficiario?
El proyecto de Vivienda de Interés Prioritario comenzó, en papel, a mediados del año pasado, basado en el supuesto de que su ya existente hermano (Viviendas de Interés Social) no satisfacía de lleno las necesidades de la mayor parte de la población colombiana. Así dicho, los objetivos principales del proyecto son el establecimiento de instrumentos que garanticen el acceso efectivo a la vivienda por parte de la población más vulnerable, facilitando la financiación total de las viviendas. Establecer herramientas de concurrencia en el sector público y privado. Definir los mecanismo para la habilitación del suelo para los dos proyector e incorporar exenciones para los negocios jurídicos que involucren la vivienda de interés prioritario, dividiendo la totalidad del proyecto en todo el país con el 20% de obligatoria distribución entre los municipios de categorías cuatro, cinco y seis.
Según el Abecé de la Ley de Vivida de Interés Prioritaria de El Universal, los beneficiarios de este proyecto se reconocerán a título de subsidio en especie, que es un tipo de subsidio que reconoce cualquier forma de ayuda menos el dinero, y serán designados bajo categorías que el gobierno establezca. Las condiciones necesarias para ser beneficiario son la vinculación a programas sociales del Estado que tengan como objeto superar la pobreza extrema o personas que se encuentren en condición de pobreza extrema que, según el último informa de Naciones Unidas para el Desarrollo, son quienes vivan con menos de un dólar diario. En condiciones de desplazamiento, afectación por desastres naturales, calamidades públicas o en hábitat de zonas de alto riesgo no mitigable, también se podrá hacer beneficiario de las VIP’s.
En todo caso, se dará prioridad a las mujeres y hombres cabeza de hogar, al igual que a las personas con discapacidades y adultos mayores, también se excluirán del subsidio a las personas condenadas por delitos contra menores de edad. De igual manera, quienes ya se encuentren bajo subsidios familiares de dinero, podrán aceptar la vivienda de interés prioritario en modalidad de arriendo, para luego postularse a acreedores del servicio gratuito. La elección persona a persona está a cargado del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, órgano que elabora listas por departamento de postulados elegibles en cada Municipio y Distrito, este procedimiento cuenta con la asesoría de cada alcalde respectivo y el Fondo Nacional de Vivienda.
Sin excepción, las viviendas pertenecientes al proyecto serán de estrato uno y las únicas responsabilidades de los beneficiarios son que se deberán regir bajo el código de programas sociales, deberán permanecer como mínimo diez años en la vivienda, salvo por motivos de fuerza mayor o autorización de alguna entidad competente y, si se quiere vender, la propiedad se deberá hacerlo con previa mención y, en primera instancia ofrecerla al Estado para su compra.
Comoquiera que los beneficiaron cumplan este tipo de protocolo, los subsidios cesarán si se demuestra que hubo irregularidades o falsedades en la culminación de los contratos. En todo caso, tal parece que el proyecto está bien estructurado y responde, de forma clara, a la ley. En otros apartados, el proyecto de ley -cuando así lo fue- suponía cierta experiencia por parte de las constructoras, estructura clara del proceso de concesión de contratos y plazo para la celebración de los mismos, así como estatutos para la cancelación o detenimiento de las obras de acuerdo con las gobernaciones y alcaldías competentes.
Como últimos apartados, se hace especial mención a los suelos habitables y a la construcción de los mismo, especificando las necesidades de personal idóneo para la adecuación de los mismos, así como disposiciones frente a las medidas ambientales relacionadas con los procesos de saneamiento básicos. Esto hizo que no pasará mayor tiempo mientras que el papel fue transformándose poco a poco en realidad. Y “en uno de los proyectos con más rápida aprobación del Congreso”, según comentó en su cuenta de Twitter, el ministro de Vivienda, Germán Vargas Llegas.
Pero, y entonces, ¿cuáles son las grietas de las VIP’s?
Los detonantes que dieron pie para hablar sobre los problemas que se están presentando con las viviendas de interés prioritario fueron el alce en los costos de vivienda en Bogotá y los choques que varios órganos del Estado han presentado públicamente -para el primer tópico el lector puede dirigirse al reportaje de la revista Semana ¡‘Bogotá está carísima’!.
Dado el momento de coyuntura, uno de los primeros en pronunciarse fue el secretario de planeación. Gerardo Ardila quien, a pesar de reconocer que el plan de las VIP’s ha estado en marcha, también denunció que las constructoras se han visto frenadas -aunque el ministro Vargas Lleras asegura que las últimas viviendas ya están en marcha- gracias a que los contratos disponen de un 20 por ciento de su producción total para proyectos de interés prioritario, cosa que a los contratistas no les ha gustado de mucho puesto que perderían gran acogida en otros sectores. Otro de los puntos que Ardila denunció fue la falta de suelo.
Estos choques entre declaraciones también se han visto entre el Gobierno y el Distrito. La pelea central entre estos dos tiene que ver, básicamente, con las cifras. Mientras que la secretaria de Hábitat, María Mercedes Maldonado sostiene que las VIP’s han tenido un crecimiento del 63 por ciento, “de acuerdo a cifras del Dane”, Vargas Llegas asegura que las licencias se han tenido en un 58 por ciento; las dos declaraciones fueron dadas a El Tiempo en el presente año. Sin embargo, cualquiera que sean las cifras en Bogotá, el Gobierno está obligado a entrar las casas en los primeros tres meses del próximo año. El alcalde Petro se pronunció ante estas apreciaciones, en una entrevista para Caracol Radio, donde comentaba que, aunque “la política de vivienda está coja en Bogotá” sí son un éxito las VIP’s porque, en un pasado cercano, no se construían en la capital del país, y mucho menos en el centro de la misma. Es un proyecto ambicioso, pero se está logrando.
De mano con las declaraciones de Vargas Lleras, el director de Metrovivienda, constructora encargada de las VIP’s en Bogotá, Nicolás Corzo, declaró para Caracol Radio que el proyecto “La Hoja” se comenzará a construir “lo que falta en Bogotá” a más tardar en agosto. El sector que se encuentra estancado, entre 496 casa, es el de la carrera 30 con calle 19, y, de atrasarse, sólo incumpliría por un mes el plan del Gobierno. Mientras tanto, los otros sectores del suroccidente de la capital se adelantan con normalidad los trabajos desde que el ministro de vivienda “puso el primer ladrillo para la construcción”.
Además de las de Bogotá, -que en su mayoría suman más de 6.800 millones de pesos congelados-, las demás casas del país pertenecientes al proyecto en cuestión sí se han comenzado, pero se han dejado a medias, así lo denunció el diario Vanguardia Liberal. El incumplimiento es básicamente resultado de los choques que hay entre las licitaciones y los ordenamientos locales para la construcción de las mismas. El Gobierno, por su parte, afirmó que se ha logrado levantar algunos de los paros y logrado otorgar alrededor de tres mil subsidios, correspondientes a cincuentainueve proyectos de las VIP’s.
El arquitecto Edison Pinzón analiza que la política de Petro es “mezclar Bogotá”. Es decir, “estrecharla”, así donde antes sólo cabía un barrio ahora podrán habitar más personas y esto, según lo que Petro desea, acabara con las taras que existen entre los sectores. Sin embargo, “No va a ser tan fácil que los VIP de Bogotá dejen que se les construyan VIP’s en sus sectores, puesto que esto atentaría contra la valorización de sus zonas, cosa que hoy ya es polémica. Por otro lado, si se deja de lado lo que Petro quiere, y se re-establecen las construcciones en los términos que Vargas Lleras propone, sí se van a poder entregas la viviendas de interés prioritario a más tardar en abril del próximo años”. Es que “incluso unas ya están casi para entregar”, el problema genera, comenta Pinzón son los choques entre constructoras y alcaldías.
Pero, ¿por qué son gratis?
Son gratis, básicamente, porque la constitución lo permite y porque, en todo caso, los proyectos de este tipo subsidiarios que responden a unas actitudes sociales no tienen porque contrarrestarse con la misma porque son dados en un momento de coyuntura y de necesidad, o de capacidad. “El hecho de que sean gratis no los hace malos, ni tampoco hay que estar buscando guías en la constitución para la formulación del proyecto, esto es posible porque los actos subsidiarios o de carácter social no necesitan formularse como forma de Estado”, según la abogada Lina Sanabria.
¿Son totalmente gratis?
-Sí. “Más bien por ahí donde pueden comenzar los debates”, según analiza Daniel López, politólogo y economista especializado en el sector público, aunque estos debates no han comenzado. El problema es que, al ser completamente gratis, las personas no van a sentir la necesidad de auto-desarrollarse como personas, ni tampoco como familias porque, en principio, les están diciendo que “tome, aquí tiene casa, mire a ver qué hace”.
El Gobierno asegura que la entrega de las casas asegurará, de inmediato, un aumento en el empleo de por lo menos 22.000 personas. “¿Pero cómo? Es decir, una cosa no tiene nada que ver con la otra y, si sí lo hiciera, esas cifras están muy en las nubes. Sí, las personas tendrán que buscar nuevos medios para mantener ‘le regalo’ pero eso no asegura que se empleen per se a la entrega de las viviendas. Ahora bien, puede que lo hagan pero puede seguir creciendo el empleo informal”, comenta Lozada. En definitiva, esto va a tener el mismo resultado que tienen todos los proyectos con carácter asistencialista, que las personas no van a poder aumentar sus facultades y, al no poder hacerlo, va a llegar un punto en que las casas no van a ser sostenibles porque los índices de desempleo no van a bajar, los de inseguridad tampoco y mucho menos los de calidad de vida, pero para eso tendríamos que primero ver qué quieren los promotores del proyecto como calidad de vida, agrega Yensy Hernández, periodista especializada en temas de desarrollo; hay que mirar con ojos más humanos los proyectos que, a simple vista, parecen tan fuertes.
“El problema de tratar un tema tan delicado como qué tan asistencial o subsidiario es que hay una visión clara de lo que hay que hacer. Es lógico, a un pescador se le tiene que se enseñar a pescar, sino sólo se le puede dar pescados pero entonces no hay una ganancia total”, comenta María Paula Granados, antropóloga. Uno generalmente tiene un imaginario colectivo, así muchos digan que no, que al pobre no hay que enseñarle sino que darle, entonces pues por lo menos, con la característica de pasividad que define a los colombianos, ya se acostumbran y así se queda, agrega Granados.
Dicho esto, ¿qué se debe mejorar?
Pues, en general, muchas cosas. se cree absurdo que si se hace intercambio básico, conforme a las capacidades de las personas se puedan generar cambios realmente positivos. Si el gobierno lo que realmente desea es un cambio, encaminado al perfeccionamiento de sus nacionales y a los intangible del progreso, debe ayudarlos pero pidiéndole algo a cambio, exigiéndole resultados. Esto lo reafirma Granados cuando asegura que “es más fácil que, si se le ‘regala’ una casa a una familia donde la mujer sabe hacer bandeja paisa, ésta le enseñe a sus vecinas a hacer bandeja paisa a poner dos restaurantes a veinte cuadras de las urbanizaciones o que si una sabe pintar las ayudas, le enseñe a las demás a que se pretenda poner peluquerías por donde sea, por poner un ejemplo”.
Yensy Hernández da su punto de vista frente a las VIP, “no es preciso decir que este proyecto es del todo beneficioso porque se le sigue haciendo ‘carita de pesar’ a los beneficiarios, se les sigue diciendo “pobrecito, venga, venga, que usted no tiene pa’ más”. No. más bien, el gobierno tiene que decirle que sí sirve, qué tenga algo con qué trabajar pero que trabaje. En otras palabras, un intercambio de preguntas ¿quiere una casa?, ¿usted qué sabe hacer?, ¿a quién le va a enseñar?”
Literalmente del inglés, VIP significa personas muy importantes; este término, generalmente, es utilizado para referirse a personas con gran poder adquisitivo o presencia importante en la esfera pública, sin embargo hay que cambiarle el “chip al término”; las personas muy importantes son aquellas que pueden perfeccionarse, día a día, para buscar algo que las va a beneficiar no sólo a ellas, sino a su comunidad y esto, a su vez, las llevará a encontrar su bien común. Sin embargo, y mencionado lo anterior frente al término, las VIP’s, aunque están solucionando la situación precaria de lo que es la mayoría de población colombiana, no están formando Very Important People. Están regalando pobreza. Otro tipo, pero al fin y al cabo, pobreza.
¿Qué ha pasado con las casas gratis para los pobres?
Mié, 09/10/2013 - 11:43
El proyecto de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) ha desatado controversia, con puntos negativos y positivos, esto lo acepta el ministro Vargas Lleras. La idea principal es la construcción de