De vergüenza hablan en Francia. En su patio, con su gente, pasaron de dominadores por técnica en el espacio reducido, por presión avanzada, por precisión de pase en alta velocidad, a una derrota dolorosa que les puso los pelos de punta, porque siempre serán favoritos en el mundial.
Colombia “Camaleónica”. Dio un salto asombroso, de un tiempo a otro, para una increíble transformación. Se veía retraída, sin reacción, con desajustes en las líneas, desconectada, a lento ritmo, sin disparos a gol.
Para dominar luego en en todos los sectores, con la mente, con la pelota, con la presión adelantada, segura y convencida.
El equipo ideal para el mundial. Toda una fiesta en Paris. Cuando el partido fue combativo, dominó con agresividad. Cuando fue técnico, combinó con calidad. Jugó a la virtud y al error del rival, para construir el triunfo que hoy nadie discute, por la autoridad.
La defensa baja, Pékerman la adelantó. Compactó las líneas. Corrigió errores de inseguridad, posición o aplicación. Jugo por el centro y las bandas, rotó posiciones, definió funciones, buscó el arco con ambición y encontró en el pase los caminos al gol. Muñeca magistral. Nostálgico que soy, pero parecía el equipo de Brasil.
La selección volvió a demostrar que es competitiva. Que su motor esta en su interior, en la actitud. Con ello levantó el optimismo de los hinchas, que hace rato no la veían actuar así. Hay juego, hay equipo...a días del mundial.
