Churchill

Sáb, 02/04/2016 - 17:26


Mucho se ha escrito sobre CHURCHI
Churchill Mucho se ha escrito sobre CHURCHILL. Su larga vida, pública desde su nacimiento, ha sido motivo de innumerables escritos, críticas, análisis, enfoques, entre otros elementos de referencia. La prodigiosa pluma del ministro laborista Roy Jenkins, nos presenta la que a juicio de muchos críticos e historiadores es la mejor y más completa visión desde la perspectiva del estadista, del político local, del geopolítico global, del escritor. No se queda en los detalles de otras biografías acerca de su forma de dormir, comer, leer, interrelacionarse. Se centra en el foco del personaje como el elemento determinador de sesenta años de historia del siglo XX, con dos conflagraciones mundiales arrasadoras como telón de fondo, y su impronta en los desenlaces de las mismas y la realidad de la postguerra, la Guerra Fría y el obvio decaimiento del Imperio Británico como Primera Potencia para convertirse en la Commonwealth. En más de 1000 páginas de biografía y con más de 200 páginas de notas, índices y referencias, Jenkins nos muestra al personaje tal como es en la política. Asombroso también que Jenkins, al igual que Churchill, haya tenido el tiempo y la dedicación para poder presentarnos esta obra, sin descuidar sus actividades parlamentarias y de gobierno. En algo se parecen y por eso el rigor del análisis y la evaluación de la perspectiva, hecha desde la política y no desde la mente de un historiador o escritor Nos recorre Jenkins desde la temprana juventud del personaje, con sus peripecias en Sudáfrica y en la India; su conversión de conservador a liberal y participar de las previas y realidades de la Gran Guerra; luego su aparente declinación después del Armisticio en 1918, su vuelta al conservatismo y su constante e indeclinable lucha contra el resurgimiento Nazi. Sigue el autor con la sublime apuesta desde la derrota y la duda en agosto de 1939, hasta convertirse en Primer Ministro y afrontar “con sangre, sudor, trabajo y lágrimas” y de derrota en derrota hasta la victoria final en 1945. Recorrer medio mundo a una edad en donde la mayoría de sus contemporáneos ya estaban en el descanso o fallecidos. Lograr lo impensable al unirse con la Unión Soviética a pesar de su anticomunismo, y afianzar la participación de los Estados Unidos en el escenario bélico. Sigue Jenkins mostrándonos su derrota electoral en 1945, a pesar de su victoria en la guerra, su paso nuevamente por la oposición y su retorno al poder en 1951, ocupando casi toda la legislatura hasta 1955. Y luego su última década, aún como parlamentario (casi sesenta años ininterrumpidos en la Cámara de los Comunes) y como asiduo visitante de otras tierras, ya en periodo de descanso o de relajamiento. Nos muestra Jenkins a todo lo largo de su libro, también la incansable producción documental y literaria de Churchill. Increíblemente tenía el tiempo para pensar y escribir sobre diferentes temas (de hecho vivía básicamente de esos ingresos y fue premiado con el Nobel de Literatura), además de las lógicas atenciones que demandaban sus oficios públicos. Nada lo retrata mejor que su discurso en marzo de 1955, cuando dijo “jamás hay que acobardarse, jamás hay que cansarse, jamás hay que desesperarse”. Jenkins, quien también había escrito la biografía de Gladstone, el gran primer ministro del Reino Unido en el siglo XIX, al final de su portentoso libro nos dice que “ahora considero a Churchill, una persona que se salía de lo corriente, el ser humano más grande que jamás habrá ocupado el número 10 de Dowing Street (Residencia del Primer ministro del Reino Unido)”.
Más KienyKe
Una encuesta tras los primeros 100 días de mandato reveló como piensan los habitantes de La Estrella acerca de la gestión de su alcalde.
Conozca las implicaciones y beneficios que trae este día para los trabajadores ¿A quienes aplica?
Esta propuesta sería implementada el 19 de abril a lo largo de todo el territorio nacional.
Bogotá conmemora el vallenato del músico colombiano con el lanzamiento del álbum 'El Legado', un emotivo tributo de su hijo, Iván Andrés Calderón.
Kien Opina