El abismo inmoral en que nos sumió Santos es tan insondable que tenemos dos ex presidentes de la Corte Suprema de Justicia acusados de corrupción y al Fiscal Anticorrupción de Colombia preso en la Cárcel La Picota por corrupción.
Al conocerse la vergonzosa noticia Santos salió a afirmar que Me duele que la corrupción haya llegado a instancias tan altas del Estado. Cinismo abismal.
Santos aglutinó en sí mismo todos los poderes del Estado, cuya independencia es esencia de la democracia desde Montesquieu. Aquí nada se mueve sin su señal.
Que lo diga el magistrado José Leonidas Bustos, su instrumento judicial para perseguir a Uribe, quitarle opositores y despenalizar el narcotráfico y secuestro.
Que lo digan sus congresistas asirvientados* y ahítos de mermelada con 30 millones al mes, que le cedieron su cargo para que entregue el país a las FARC.
Que lo digan los generales que ganaron la guerra a las FARC por Decreto 1470 de 2016 y le cosen a su uniforme la insignia de la victoria comprada por 20 mil pesos.
Que lo digan los soldados entregados por sus generales al tribunal de la venganza de la JEP, porque a los criminales que dieron de baja, Santos los hizo héroes.
Que lo digan las FARC que pasaron de terroristas a senadores, sin pedir perdón, ni entregar negocio de narcotráfico y desmovilizar solo la mitad de sus hombres.
Que lo diga el ministro Villegas, feliz porque ya no le preocupan las FARC, y tapa que su paz le chupa diariamente la sangre a militares y policías (DISIFARC, ELN).
Que lo digan la bonanza petrolera derrochada en satrapías y locutores; o ISAGEN regalada por vías que no existen; o El Fiscal General con su millonaria Springer.
Santos se rasga las vestiduras por la corrupción que él mismo propició y ahora quiere ponernos presidente guerrillero en cuerpo ajeno. Lo logrará si no abrimos los ojos.
Uribe es la única talanquera pero su mejor hombre, Iván Duque, es víctima de una estrategia infame y fantasiosa de sus opositores en el Centro Democrático, para convencer a incautos de que es un hombre de izquierda, como Santos convenció a la mitad de Colombia de que las FARC son santos.
Con Duque se puede ganar la presidencia. Su presunto izquierdismo es una estupidez que solo tiene asidero en mentes calenturientas y paranoicas.
*Asirvientado (que acepta degradarse por interés; servil).
Colombia qué vergüenza
Jue, 17/08/2017 - 13:09
El abismo inmoral en que nos sumió Santos es tan insondable que tenemos dos ex presidentes de la Corte Suprema de Justicia acusados de corrupción y al Fiscal Anticorrupción de Colombia preso en la