
El que está satisfecho con su parte es rico, Lao-Tse. Nada más acertado aplica para la actividad ganadera. Bella labor, placentera y conectada con el devenir de la naturaleza y del ser. Y así, se vive embelesado pero pobre y precario, satisfecho y se fallece como rico, por lo menos eso dicen de la gente que tiene ganado. Un mito popular más, equivocado, pues la ganadería de hoy se debate entre márgenes rentables estrechos de menos del 3% incluyendo costo financiero de tierras y ejercicios económicos deficitarios. “Solo queda la satisfacción personal”, “No vemos un peso” es el decir general.
Un gran amigo víctima de la economía ganadera deficitaria, quien vivía con el banco agrario detrás siguiendo sus pasos, me contó durante un común insomnio acompañante, secundario a sus penurias económicas, el resultado de su cambio de actividad pecuaria, consecuencia de estudiar alternativas rentables para la tierra, pasaron por su delirio de análisis agrario avestruces, gallinas, compra y venta de machos vacunos, cultivo de melón, entre otros. Leyó de todo, hasta que, supongo yó, San Judas Tadeo Patrono de las causas imposibles metió su mano y lo llevó a leer sobre la ganadería bufalina, a ver los videos de Claudia Roldán en YouTube, a leer unos escritos de Mariano Gutiérrez sobre genética, a visitar la finca de Heriberto Urbina en Chiriguaná y como la tormenta del cambio debe ser perfecta, un compadre de él Orlando Dangond Baute, alcahueta y gran conocedor del agro, le comentó una vez, casualmente durante sus transfusiones mentales de conocimiento bufalino, que vendían unas extraordinarias búfalas de Juan Manuel Gómez en Montería, se le dió por comprarlas y acá viene la parte de la historia que me inspira a contar su nueva proeza , o empresa, o locura, sin decir antes de transformarse que recibió de parte de su recua de amigos ganaderos y consejeros de buena fe, descalificativos como; Estas loco!, ahora si fue!, que te está pasando?, exactamente lo mismo que le decían en el año 1999 cuando les dijo que Uribe seria presidente.
Pero como Steve Jobs pensaba, “solo aquellos que están lo suficientemente locos, como para pensar que pueden cambiar el mundo, son aquellos que lo hacen”. Decidió, apostó y me cuenta sus resultados, y yó los traslado a ustedes sin maquillaje alguno. Catedrático asombroso, empírico y buen aprendiz, se solazó diciendo: El Búfalo es un animal rustico, adaptable a circunstancias adversas de invierno extremo y verano, con ganancias en estos periodos de 600 gramos día en pastoreo, lo que se traduce en un alto desempeño productivo, con el que se obtienen a los 24 meses animales de 450 kilos, mientras el bovino puede llegar hasta 36 meses para obtener el mismo peso. Esto se explica por el mejor aprovechamiento de pasturas, debido a un mayor tiempo de digestión en el rumen, capaz de amonificar y desdoblar la lignina en proteínas.
Gran ventaja en las zonas de pasturas-secas, no es exigente con la ingesta de pasto para la ceba, devora gran cantidad de arvenses y los convierte en carne, el poco tiempo de ceba lo lleva a tener una carne magra y blanda y orgánica. Tiene la gran capacidad de preñarse a los 2 años o antes y parir como un relojito cada 11 meses, durante 20 años, manteniendo su lactancia por 270 días, produciendo rendimientos desde 1000kg/lactancia hasta 2000 kg o más, con una ventaja adicional, con 5 kilos de leche produce un kilo de queso, debido a sus concentraciones de sólidos y ácidos grasos, situando el litro de leche hoy a 1.500 pesos contra 850 pesos por litro del vacuno que produce el mismo kilo de queso con 8kg de leche, y yéndole bien cada 18 meses pare, no manteniendo su fertilidad y producción en periodos secos o de extrema lluvia.
Pero enterar a la gente de sus ventajas no será tarea fácil, le advertí, hay demasiados prejuicios y mitos pesando sobre estos animales: que son bravos dicen los unos, despues de tratarlos me atrevo a decir que son dóciles, ripostó, más mansos que el ganado Gyr que se lidiaba. Que acaban las fincas dicen los otros, falso, volvió a ripostar, responden perfectamente a procesos de pastoreo racional, quien acaba su finca es el dueño que no establece estos procesos. Que hay que tener la finca inundada!!!, no es cierto, en pocas bufaleras vi inundaciones, necesitan mucha sombra y preferiblemente si no la hay, jagueyes, para bajar su temperatura. Que no respetan cercas y van a dónde quieren! Dicen, dije por contradecirlo nada más , nada que no se pueda controlar con cercas eléctricas contestó, y así, son muchas las calumnias que pesan sobre este. Pero les aseguro que quien cría búfalos un día, mas nunca vuelve al vacuno. Yo ante tanta terca convicción sustanciada científicamente opté por callar. Le dije que estaban solos en este mundo y me dijo, mire, el gremio se ha fortalecido con victorias tempranas de lucha constante, como la inclusión en programas de crédito al DTF +1%, logró penetrar los mercados internacionales, consolidó el consumo interno y este reconocimiento es hecho material cuando la comunidad internacional bufalera le otorga a Colombia el privilegio de organizar el Congreso Mundial en Cartagena en noviembre de este año.
Está bien dije. Y prosiguió como si defendiese la verdad revelada, la asociación tras demostrar 10 años de hacer control genealógico, el Ministerio de Agricultura le otorgó la delegación oficial para llevar el control y registro genealógico de las razas bufalinas presentes en Colombia, servicio que se ofrece a Perú Ecuador y Venezuela. Hoy tiene presencia en 58 municipios de Colombia con asistencia técnica y fomento de la especie. Participa del programa nacional de mejoramiento genético bovino y está próxima a presentar la 4 evaluación genética.
Me dijo, mire amigo mío, como todo en la vida, los cambios suelen generar miedo, sobre todo cuando nacimos con el ganado bovino en las venas, como símbolo de pujanza y prosperidad, pero los cambios no son el problema, la dificultad consiste en rechazar los cambios sin siquiera dar la oportunidad de analizar su viabilidad y borrarlos de un plumazo porque suenen o se vean diferente. En esta vida el que no evoluciona deja de existir lentamente, como nos ha pasado poco a poco al sector ganadero, tengo fe, que como en antaño ser ganadero era motivo de orgullo y reconocimiento por la comunidad, en unos años, ser bufalero será una prueba más que el que no arriesga, no gana. En pocos años de estar en esto ya no le debo a nadie, me escuchó compadre!, a nadie, ni a usted y bastante que le debía, esto ha sido mi bendición.