Se fue de este mundo una de las artistas más importantes de los últimos tiempos, la mujer que puso en alto el nombre de Colombia en las ferias internacionales de arte y en las galerías más exclusivas de Nueva York y Europa. La obra de la maestra Ana mercedes Hoyos es universal, maravillosa y atemporal, porque refleja un alto contenido social y humano: Ana Mercedes no pintaba o esculpía para vender, lo hacía para tratar de cambiar la realidad, trabajando con el alma y llena de pasión.
Fue amor a primera vista. Su extraordinaria obra me cautivó desde que la conocí. Sus cuadros, esculturas e instalaciones me tocaron el corazón, y aprendí a valorar aún más esa producción artística varios años después, cuando descubrí al ser humano que estaba detrás del pincel. Jovial, amorosa, transgresora, divertida, perspicaz, culta, aguda, brillante, generosa, leal, comprometida y rebelde, así recuerdo a la querida maestra.
Discípula de otros grandes, como Juan Antonio Roda, Marta Traba, Luciano Jaramillo y Armando Villegas, Ana Mercedes Hoyos impuso su propio sello, lleno de color y magia. De la influencia pop de mediados de los años 60, pasó a las atmosferas de Bogotá a finales de los 70 para terminar, una década después, en la temática que más interpretó su espíritu: San Basilio de Palenque, su historia, la esclavitud y la exclusión histórica de la que su gente ha sido víctima.
Ana Mercedes Hoyos siempre consideró que la libertad es el más preciado de todos los derechos de una persona. Su sentido de la libertad y su valor republicano los hizo valer desde muy temprana edad, cuando decidió emprender el camino del arte, a pesar de la férrea oposición de su familia. Por eso, su obsesión con Palenque. “La esclavitud cambió de manos, pero siguen sometidos”, solía decir. Su gran sueño era romper de una buena vez las cadenas de ese pueblo de negros que tanto amó.
Medio siglo de carrera, cerca de 20 premios y reconocimientos nacionales e internacionales y más de 50 exposiciones hacen parte del palmarés de esta gran artista, que deja un vacío imposible de llenar. Difícilmente, se podrá encontrar otro autor con la versatilidad pictórica y la capacidad interpretativita de Ana Mercedes Hoyos.
La inconmensurable creación de Ana Mercedes Hoyos es un pedazo de cielo en la tierra, una poesía hecha lienzo, una canción forjada en bronce. La forma y proyección, la fuerza de sus trazos y la armonía del color hacen de cada una de esas piezas obras maestras que ya son inmortales.
Te voy a extrañar con toda el alma, adorada maestra. ¡Cuánta falta me harán nuestras tertulias sobre arte, tus críticas contra el establecimiento y la falsedad humana, las discusiones sobre política y música! Recordaré por siempre tu sonrisa y tus abrazos y defenderé las banderas de Palenque como me lo pediste antes de partir.
En cada una de tus obras, veré tu rostro reflejado, atesoraré tu amistad como el mejor de los regalos y esperaré paciente a que volvamos a encontrarnos en el “universo de Julia” con la “fruta fresca” en la mano.
Para Jacques, Ana, María Elvira y demás familiares, toda mi solidaridad y cariño. ¡Qué privilegio el que tuvieron por haber compartido toda una vida al lado de una mujer excepcional!
Descansa en paz, querida amiga, que tú te has ido, pero tu obra perdurará por siempre.
La ñapa I: ¡Gracias totales, Cerati!
La ñapa II: La sanción de la Superintendencia de Industria y Comercio contra Petro, ratifica que el Procurador General tiene la razón jurídica en el tema del esquema de aseo en Bogotá.
La ñapa III: El ataque rastrero de Hollman Morris, director de canal Capital, contra el periodista Gustavo Gómez es inaceptable, y requiere una revisión urgente por parte de los organismos de control.
abdelaespriella@lawyersenterprise.com
En memoria de Ana Mercedes Hoyos
Dom, 07/09/2014 - 13:18
Se fue de este mundo una de las artistas más importantes de los últimos tiempos, la mujer que puso en alto el nombre de Colombia en las ferias internacionales de arte y en las galerías más exclusi