Hacer nombramientos no es gobernar

Mar, 08/08/2017 - 01:54
Tal vez uno de los fetiches predilectos de los que llegan a cargos públicos por primera vez o se encuentran con esta responsabilidad de sopetón, es creer que tienen una varita mágica que les permit
Tal vez uno de los fetiches predilectos de los que llegan a cargos públicos por primera vez o se encuentran con esta responsabilidad de sopetón, es creer que tienen una varita mágica que les permite nombrar y remover gente a su antojo. Un alcalde, por modesto que sea su municipio, tiene una veintena de cargos a proveer, un gobernador puede nombrar aún más personas y ni se diga de un presidente que dispone de una gigantesca nómina para repartir a su antojo. Se trata cargos de libre nombramiento, que se designan a dedo, de acuerdo con los intereses de sus jefes de turno o el compromiso con la ética y la responsabilidad de lo público. Esta atribución, de nombrar y remover, los hace sentir poderosos, semi dioses que designan con su dedo mágico a un ministro o destituyen a un secretario, en una parodia que muchos creen que es gobernar. Se podría decir que gobernar bien no es nombrar gente en un gabinete, pero hacer nombramientos equivocados y recurrentes, si es gobernar mal. De ahí que las llamadas crisis de gabinete, que no obedecen a ninguna necesidad real de recomponer las cosas son meros ejercicios de prestidigitación, como un mago que hace creer a su auditorio, para que lo aplaudan, que saca un conejo de su cubilete. Acaba de surtirse uno de esos actos de “gobierno” dizque para recomponer las cosas en el último año de la presidencia. Y, en verdad, vimos sacar conejos del cubilete de Juan Manuel Santos pero ninguno convenció. Ese truco de remover y nombrar no le salió nada bien. Los aplausos fueron pocos pues las figuras que aparecieron son menos llamativas que las que desaparecieron. Es el caso de Cristina Plazas, reemplazada por un conejo azul, que tuvo que volver a meter rápidamente en la caja, o del Ministro de Agricultura que todavía no logra cambiar, aunque haya anunciado que va a hacerlo, o del Consejero de Paz Sergio Jaramillo, un hombre que contribuyó como pocos a los acuerdos de la Habana, reemplazado por un político gris que pasó casi desapercibido en el Ministerio de Defensa. Nada le agregaron al gobierno, o mejor a la gobernanza, estos cambios, no le dio ningún empuje a los sectores que lo necesitaban y si se los quitó a los que tenían una dinámica interesante. Esos juegos de gabinetología santista quedaron como lo que son: una ilusión pasajera de cambio, que nada cambió. Es una lástima, porque el último año de una presidencia tan larga, podrían ser la puerta de entrada a la continuidad de las buenas políticas como la de la paz o la infraestructura, pero también puede ser una salida en falso para darle fuerza a esos malquerientes agazapados que quieren destrozar los acuerdos con las Farc o tapar la corrupción. De la forma como se conduzca este remate se fortalecerán o debilitarán opciones políticas presidenciales en un sentido u otro. No se trata de incidir en las campañas que se avecinan, sino en señalar rumbos que nos muestren salidas claras contra el fortalecimiento de extremos peligrosos de derecha o izquierda. Pero, por lo visto, eso le importó poco al presidente Santos, que jugó sus cartas con un bajísimo perfil, con nombramientos cuestionables y perdiendo apoyos importantes. Da la sensación que está ya satisfecho con su Nobel de Paz y apenas quiere sobreaguar estos convulsionados doce meses que le faltan para salir a disfrutar del lugar que le tiene reservado la historia. Eso puede ser muy cómodo para él, como persona, pero muy malo como resultado de gobierno para el resto de los colombianos que necesitamos buen gobierno y fortaleza en lo público.
Más KienyKe
La legendaria banda puertorriqueña de reggae, Cultura Profética, está a puertas de su esperado regreso a Colombia.
Los expertos en moda comparten los mejores consejos para lucir increíble en la noche más esperada del 2024.
En un contundente mensaje publicado en redes, Daniel Mendoza se refiere a por qué rechazó la embajada de Tailandia.
A raíz de la polémica de Daniel Mendoza por la embajada de Tailandia, Francia Márquez le envió mensaje a Gustavo Petro.
Kien Opina