La crisis continúa

Mié, 23/09/2015 - 12:06
La actual crisis entre Colombia y Venezuela no puede ser tratada como un episodio nuevo y aislado de lo que ha acontecido en el pasado en la historia de las relaciones de ambos países. Desde los año
La actual crisis entre Colombia y Venezuela no puede ser tratada como un episodio nuevo y aislado de lo que ha acontecido en el pasado en la historia de las relaciones de ambos países. Desde los años más visibles del gobierno Chávez, el gobierno de Colombia ha sido blanco de insultos y mentiras por parte dicho régimen que de manera disciplinada, coherente y consistente hacia nuestro sistema político e instituciones con el objetivo de tapar sus problemas internos creando distracciones y procurando unir al dividido pueblo venezolano en torno a nuestro país como enemigo externo. El mayor error que se percibe en el manejo de la reciente crisis con el régimen de Nicolás Maduro, es creer que todo se debe a la precaria presencia estatal en las zonas de frontera y a materias como el contrabando y el crimen organizado que opera entre nuestros países. La realidad de esta crisis es que todo está fundado en razones electorales y geopolíticas. Por un lado, diferentes analistas han acordado que el objetivo de Maduro con toda esta pantomima que tanto ha afectado a los colombianos es la excusa ideal para decretar estados de excepción en regiones en donde es débil electoralmente y posiblemente pueda perder en las elecciones legislativas de diciembre. Visto de otra forma podríamos decir que miles de colombianos han sido maltratados, humillados y despojados de sus pocas pertenencias, por el interés del régimen venezolano de perpetuarse en el poder; un despropósito colosal frente al cual el gobierno de Colombia ha sido dubitativo en el rechazo a esta situación. En segunda instancia está el motivo geopolítico. Como mencionábamos al inicio de esta columna, durante años, los últimos gobierno de Venezuela han sido sistemáticos en el maltrato a Colombia. Nos han calificado con los peores epítetos e incluso se ha afirmado que presidentes colombianos han estado detrás de un plan de asesinato para asesinar a primeros mandatarios venezolanos. Todas estas vulgares cortinas de humo han buscado ocultar la intención expansionista del socialismo del siglo XXI en Colombia. Recordemos que ante episodios como el de la autorización para uso de bases militares colombianas a las fuerzas armadas de Estados Unidos, el gobierno de Chávez reaccionó airadamente rompiendo relaciones con Colombia. Hoy, debido a que la estabilidad de su modelo político y económico está en jaque por el fracaso que ha resultado y por su permanencia, Maduro y su régimen arremeten contra Colombia como culpable de sus males. En este sentido, diríamos que la esperada reunión entre Santos y Maduro dejó un amarga nota y unas conclusiones gaseosas que no abordan las reales razones de la crisis. Así las cosas podrá preguntarse el lector, ¿cuál es la solución? Tendiendo claro que las relaciones internacionales no son una ciencia exacta en donde las respuestas son indiscutibles, analizando lo acontecido en el pasado y en el presente con las diferentes respuestas que han brindado los gobiernos colombianos antes las dificultades con el gobierno de Venezuela, podríamos concluir que la estrategia más efectiva ha sido la de la denuncia diplomática internacional. Funcionó durante el gobierno del presidente Uribe durante la célebre cumbre de Río cuyo resultado fue la confrontación pública con Chávez y la exposición de sus mentiras, y también fue efectiva al principio de la reciente crisis con Venezuela cuando Juan Manuel Santos adoptó un tono fuerte e incluso anunció denuncias ante la Corte Penal Internacional por violación de crímenes de lesa humanidad. Si esto ha resultado, ¿por qué desiste Santos de estas acciones y retorna nuevamente a un mensaje de sumisión ante las imposiciones de Maduro? Inexplicable que la Cancillería anuncie que no habrá solicitud ante la próxima Asamblea General de la ONU de buscar un pronunciamiento de la misma ante la crisis iniciada por el gobierno venezolano. De igual manera, sorprende que ante propuestas como la nuestra y de la Procuraduría General de la Nación de llevar a la discusión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la crisis colombo-venezolana, la Cancillería colombiana no se pronuncie, y tampoco insista en la OEA para que se lleve a cabo una reunión extraordinaria de cancilleres. La crisis no ha terminado. Según las tibias conclusiones de la reunión, quedan muchos días de encuentros bilaterales, declaraciones abstractas y probablemente más violaciones contra los derechos de colombianos residentes en Venezuela y contra nuestra soberanía. Al régimen le quedan aún varios meses en donde necesitan un distractor y factor de unidad de su ciudadanía, y para esto seguirá utilizando a Colombia. En este sentido, el gobierno nacional no debe abandonar la ofensiva internacional y seguir exponiendo ante el mundo entero que con el objetivo de sobrevivir, el régimen venezolano desesperadamente necesita mantener y alimentar una crisis diplomática con nuestro país. @FedericoHoyos
Más KienyKe
Esta es la razón por la que el alcalde de Medellín tendría que pagar cinco días de cárcel.
ETB inaugura el Gaming Center en Bogotá, un innovador espacio para gamers con zonas de consolas, simuladores y arcade. Entrada gratuita.
A tan solo 24 horas desde su apertura, la venta de boletería para la gira internacional 'Las Mujeres ya no Lloran', de la barranquillera, ha sido un rotundo éxito.
Carla Giraldo y Miguel Melfi protagonizaron un momento en La Casa de los Famosos en el que demostraron la química que sienten.
Kien Opina