La resiliencia se define como la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas.
El concepto ha evolucionado en el siglo XXI, superando la concepción individualista para transformarla en una actitud comunitaria, cultural, y como la capacidad de tener un éxito de modo aceptable para la sociedad, a pesar de los graves riesgos que podría producir un resultado negativo.
La larga lucha que la sociedad venezolana ha emprendido en el curso de estos veinte años en el que el régimen ha tratado de imponer un modelo político totalitario y excluyente. Ha sido un largo proceso de aprendizaje, costoso, y a veces inefectivo.
Sin embargo, hoy la resiliencia es masiva, más de 90% población quiere cambio y lucha por él de diversas maneras. Pero lo importante es que la desesperación y la desesperanza que pudieron cubrirnos en algún momento, como una espesa y densa niebla, se han ido superando a partir de enero de este año y ha quedado demostrado que el pueblo venezolano no se resigna a vivir sin libertad, sin democracia, sin oportunidades para crecer, individual y colectivamente, y que no habrá represión alguna que lo detenga, porque ya entendió que la mentira fue la esencia de las promesas de redención que le vendieron, y que la verdad es que lo único cierto es que destruyeron a Venezuela, mientras que la nomenclatura se enriquecía de manera grotesca mientras el sufrimiento de los venezolanos crecía exponencialmente.pi
