El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, inauguró la marcha en apoyo del proceso de paz entre su gobierno y las Farc, apenas ayer 9 de abril. A juzgar bien sus intenciones, ese apoyo a las víctimas daría confianza al proceso de paz y motivaría a otros grupos como el ELN a seguir esos mismos pasos de acercamiento. Pero la verdad, ya nadie cree ni en sus buenas intenciones y menos en bandas terroristas, coloquialmente diríamos: nadie traga entero.
Surgen muchos interrogantes frente a la forma como está siendo manejado el proceso, mientras hombres valerosos de la fuerza pública siguen cumpliendo su deber en los rincones más apartados de Colombia, comienzan a desanimarse al ver que su arriesgada misión es desgastante y que los máximos cabecillas que persiguen terminan en la paradisíaca isla de Cuba, veraneando, quizás tomando mojitos, whisky y hablando de un posible futuro político. La moral de la tropa cae, como la ceniza del Cohiba que fuman en la Isla.
Si se va a hablar de paz, ¿Para qué seguir combatiendo a quiénes van a terminar sentados en la mesa de diálogo? ¿Para qué sacrificar la vida de más hombres? Desmontemos entonces el Ejército y que Colombia sea la segunda nación después de Costa Rica sin un ejército.
Santos debe demostrar también al pueblo colombiano que detrás de esa marcha del 9 no está un interés político reeleccionista, ¿Quién le creerá?, por lo menos yo no, tampoco millones de colombianos que dieron el mandato a él para continuar debilitando el terrorismo por la doctrina de la defensa y la seguridad, son muchos los llamados, bastantes los lambones, pero quizás muy pocos los convencidos que lo siguen.
Por su parte, las Farc también presentes con disimulo, y como si nadie lo supiera, aprovecharon la palomita de la paz para medir el pulso político de un electorado, o de su número de simpatizantes en Bogotá, plaza que fue el epicentro de la marcha y en el único lugar donde se vieron manifestaciones, unas encabezadas por encapuchados, otras por funcionarios y oficinistas públicos.
Si querían medir algo pues lo lograron, sus conclusiones serían, en su orden Primero: Que Santos con burocracia, Alcalde y FFMM apoyando el tema, no convoca lo suficiente como para reelegirse.
Segundo: Que les costó mucho el desparpajo de logística para gente que nunca vino de todos los rincones del país, tercero: Que la mixtura: víctimas, marcha, reelección, referéndum, proceso de paz, no les deja suficiente claridad en qué terminará la merienda de mojitos que se reiniciará en La Habana el 18 de Abril. Cuarto: Muchos esfuerzos por todos los medios y la marcha no llegó ni a las 200 mil personas en Bogotá, bien lejos está en parecerse a la del 4 de febrero de 2008, en la que salieron solamente en la capital del país cerca de 3 millones de ciudadanos gritando, ¡No más Farc!
Se reconoce que salió gente por múltiples circunstancias y estrategias, pero ese movimiento, aunque fue multitudinario, insisto, no superó a la histórica marcha del 4 de febrero de 2008, cuando 12 millones de colombianos en todo el mundo, le dijeron un no rotundo a las Farc.
Cabe recordar que en esa apoteósica marcha no se constriñó a nadie a participar, no se dieron dadivas, no se compensaron días laborales, no se dio chocolate con arepa, no se pusieron a disposición buses, no se hicieron comerciales de televisión, tampoco salieron 6000 efectivos de la fuerza pública a marchar, situación que nos equipara a Venezuela o Corea del Norte, y mucho menos salieron en aquella marcha jóvenes encapuchados con arengas pro comunistas.
Y en resumidas cuentas, ¿De qué sirven las marchas, si las acciones siguen siendo las mismas? ¿Unos asegurándose 4 años más en el poder y otros asesinando a civiles inocentes?
¿Cuántos otros cabecillas de las Farc serán sacados de territorio colombiano en los próximos días para que se echen la palomita de la paz en Cuba?
Por lo pronto, sabemos que en pocos días los voceros del ELN tendrán un respiro y se quitarán de encima la presión militar que han mantenido durante la última década, la paz la queremos todos sabemos que tiene un costo, tal vez alto, pero no queremos incertidumbre e impunidad y cualquier costo.
@g_rodriguezm¿Marcha al compás de…?
Mié, 10/04/2013 - 01:06
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, inauguró la marcha en apoyo del proceso de paz entre su gobierno y las Farc, apenas ayer 9 de abril. A juzgar bien sus intenciones, ese apoyo a