Durante su discurso de despedida con las Fuerzas Militares de Colombia en julio de 2010, el entonces presidente Álvaro Uribe se mostró complacido porque en su mandato se combatió a la guerrilla, a los paramilitares y a todos los grupos terroristas en el país, hecho que hoy por hoy no vemos tan cierto. Porque los grupos paramilitares siguen operando y la guerrilla y el narcotráfico, a pesar del esfuerzo que se hizo para combatirlos, no están aniquilados.
Teniendo en cuenta lo anterior, me pregunto si las noticias que se veían en los medios de comunicación en materia de seguridad durante la era Uribe eran ciertas o más bien correspondían a una estrategia mentirosa que podía tener como único fin crear un manto de humo donde se vieran resultados del gobierno que no correspondían a la realidad. Si analizamos los hechos que hoy se investigan sobre la desmovilización del supuesto bloque guerrillero Cacica Gaitana bien podríamos llegar a esa conclusión; pero si además tenemos en cuenta las afirmaciones de Fredy Rendón Herrera, alias el 'Alemán’, en diálogo con Caracol Radio en marzo de 2011 donde reveló que los miembros de las Autodefensas sumaban 15.000 o 16.000, y al final se desmovilizaron 31.000, podríamos confirmarla.
Será por esto que el expresidente se muestra un poco desesperado por la orden de la Fiscalía General de la Nación de imputar cargos al excomisionado de paz Luis Carlos Restrepo por su responsabilidad en las falsas desmovilizaciones y rechaza la decisión. Finalmente él como primer mandatario de la Nación, tiene velas en este entierro y podría ser salpicado si se llegasen a demostrar estos hechos.
Desde el momento en que se llevó a cabo la desmovilización del supuesto bloque guerrillero Cacica Gaitana surgieron dudas sobre su existencia. Sin embargo, según el diario El Tiempo el 9 de marzo de 2006 “el comando del Ejército señaló que pese a las dudas sobre esta desmovilización, este es un trabajo que le tomó a la inteligencia militar más de un año”. Al mar de interrogantes que dejaba este escuadrón de subversivos en el que su comandante lucía cabello largo, hecho nunca antes visto en una organización de izquierda armada con reglas conservadoras, apareció la incautación de un avión aerocomander 685, según la misma publicación en El Tiempo, se dijo que “esta había sido entregada por los guerrilleros, pero que según versiones de la Brigada de Infantería de Marina, con sede en Corozal (Sucre), el artefacto se encontraba bajo custodia de la Dian desde hace tres años, luego de que fue abandonada por su piloto en el aeropuerto de esa ciudad”.
Queda claro, entonces, que el único responsable en esta supuesta mentira no es solo Luis Carlos Restrepo, de llegarse a comprobar la veracidad en la falsedad de esta desmovilización, también tendrían que dar explicaciones las personas que en ese momento se encontraban a la cabeza de las entidades que intervienen en los procesos de desmovilización de grupos armados al margen de la ley, como el general Oscar Naranjo (Director de la Policía Nacional), Camilo Ospina (Ministro de Defensa de la época), el entonces Comandante de las Fuerzas Militares, junto con el General del Ejército del momento; Mario Iguarán (Fiscal General de la Nación) y por supuesto el expresidente Álvaro Uribe.
Si la justicia comprueba que esta desmovilización era otra de las tantas mentiras que al parecer se dijeron durante la época presidencial de Álvaro Uribe, quedaría la impresión de que los éxitos en materia de seguridad durante su mandato no fueron tan ciertos como se aseguraba en algunos medios de comunicación que le sirvieron como vehículos de propaganda oficial; que los falsos positivos cometidos por miembros de la fuerza pública para presentarlos como guerrilleros muertos no correspondían a las falsas denuncias que decía el exmandatario en su intención de defender a los acusados; que tiene razón Andrés Pastrana al pedirle un pronunciamiento al entonces director de la MAPP– OEA sobre el número de desmovilizados de las autodefensas; que la guerrilla de las Farc no estaba tan debilitada como se decía, prueba de esto es que hoy cometen las mismas atrocidades que en el pasado; que no se combatió con eficacia a los grupos de autodefensas que hoy reencauchados en las bacrim se dan el lujo de paralizar varios municipios y ciudades principales; y que por supuesto no se combatió la corrupción pública, por el contrario se convivió con ella durante largos ocho años.
UN DATO CURIOSO, ahora que las prácticas de los chamanes están de moda, recuerdo que para el desfile de inauguración del Festival Iberoamericano de Teatro en el año 2008, cada vez que este tenía la intención de iniciar, llovía fuertemente sobre el centro de la capital del país, incluso llegó a caer granizo, hasta que a su directora Fanny Mickey no le quedó más que suspender y aplazar la caminata que tradicionalmente se hace sobre la Carrera Séptima. Fue en ese momento cuando la lluvia se detuvo y comenzó a salir el sol. ¿Que habrá pasado con la efectividad del rito indígena ese año?
