Daupará es una palabra Embera y significa“para ver más allá”, le da nombre a la principal Muestra de Cine y Video Indígena en Colombia, que este año realiza su décima versión del 24 de septiembre al 1 de octubre en muestras itinerantes en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Esta muestra es la evidencia del empoderamiento de las comunidades indígenas al apropiarse de la tecnología y el lenguaje audiovisual para narrar sus saberes y realidades, propiciando de esta manera un diálogo intercultural entre las sociedades no indígenas y las etnias que se han propuesto construir un puente de conocimiento necesario para dar a conocer las cosmogonías y saberes que tanto tienen que entregar para establecer mejores relaciones de convivencia con la vida y la naturaleza.
Es esta filosofía delver más allá, se materializa la construcción de los escenarios creados por la Muestra Daupará, empezando con un encuentro en La Universidad del Magdalena, donde nos reciben estudiantes, docentes, investigadores, creadores audiovisuales, organizaciones indígenas, representantes de diferentes etnias del país y los pueblos anfitriones con los que se iniciará un viaje a los territorios Kankuamos, Wiwas, Koguis y Arhuacos que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta.
La Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) está presente, y de esta manera da continuidad a su participación activa en el fortalecimiento del audiovisual indígena que desde el año 2015, de la mano de los pueblos indígenas, sus colectivos audiovisuales, la Comisión Nacional de Comunicación de y para los Pueblos Indígenas (CONCIP), la Organización Indígena de Colombia (ONIC), y otras autoridades indígenas del país; emprenden la creación del Plan de Televisión Indígena Unificado que hoy también es motivo de celebración al ser este una realidad, y que implementado desde este año y durante los próximos diez, construirá acciones sobre sus grandes ejes: formación, fortalecimiento de los colectivos audiovisuales, acceso y apropiación de las nuevas tecnologías, fomento a la investigación y la creatividad, garantías y acciones afirmativas por parte de las entidades públicas que hacen parte de la implementación del plan, y una adecuación institucional para poder atender la ejecución del plan con enfoque diferencial.
La Muestra Daupará, es una de las acciones amparadas por el Plan de Televisión Indígena 2017-2027. En este espacio se fortalece la formación de realizadores y públicos, se revisa la creación y lenguajes pensados desde saberes ancestrales y se propician espacios de circulación, investigación y diálogo relacionados con la producción audiovisual reciente de los pueblos indígenas.
Como representante de la Sociedad Civil en la Junta Nacional Televisión de la ANTV, durante el recorrido propuesto por Daupará a las culturas que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, puedo observar como “Los Espíritus de la Imagen” (interpretación que los Mamos y comunicadores de la etnia Kogui hacen al referirse al poder transformador de la imagen), están presentes al articular el audiovisual con procesos de participación, democracia y representación de ciudadanías que configuran nuevas narrativas que inciden en las garantía de derechos de los pueblos y en la construcción de escenarios reales de inclusión y equidad que se manifiestan a través del arte y el acceso a herramientas de comunicación digital.
Las narraciones producidas por las comunidades indígenas son una oportunidad que se da en doble sentido. La primera, permite expandir el pensamiento de las culturas través de la circulación de sus producciones audiovisuales, en este caso, en sus propios territorios, en los que, por ejemplo, se doblan las producciones a lenguas como la Dumuna de la etnia Wiwa y se proyecta contenido de diferentes etnias nacionales que retroalimentan los proceso comunicativos y metodologías de creación.
La segunda oportunidad está dada por posibilidad de las sociedades no indígenas de aproximarse a través del lenguaje audiovisual y al pensamiento de culturas que tienen el interés de salvaguardar en narraciones propias, su sabiduría para proponer mejores relaciones de la humanidad con los entornos naturales, conocimientos de vital importancia para sociedades contemporáneas que enfrentan problemas ambientales como el cambio climático o el desabastecimiento de agua y alimentos.
De la muestra me llevo muchas imágenes, las de un recorrido que me aproxima a prácticas culturales que luego convergen en relatos que relacionan el pensamiento crítico, político, social y cultural, desde otras dimensiones dadas por culturas aún desconocidas, en las que la humanidad y su acceso al poder no son el centro de los conflictos narrativos. La naturaleza allí adquiere ese rol y los personajes, hombres y mujeres, se guían por el instinto de escuchar cada señal que les da la observación de las plantas, los animales, los astros, el agua y el fuego.
En el audiovisual indígena se narran tradiciones e imaginarios desde una visión propia, libres de estereotipos que profundizan en cosmogonías diversas. En sus contenidos se representan deidades espirituales presentes para guiar el pensamiento de los pueblos y cuidar los ciclos vitales de la naturaleza. La lengua entrega otro componente, el sonoro, cada palabra es un sonido que pocas veces se ha replicado en el audiovisual, el canto de mujeres y sus bailes nos trasladan a escenarios que pocos hemos recorrido y conectan otros mundos sensoriales. Esta emoción que el audiovisual indígena nos propone nos invita a ver más allá.
