La paz en nuestro país no puede ser percibida como un ideal de izquierda o de derecha, la paz es un derecho fundamental y uno de los fines esenciales que orientan nuestro ordenamiento jurídico. Por lo tanto, la próxima movilización ciudadana del 9 de abril, no puede ser vista de otra forma, que como una expresión democrática de los ciudadanos que tienen la convicción de que la única solución al conflicto armado en Colombia es una salida negociada.
Esta marcha, no tiene como propósito que marchemos a favor de Piedad Córdoba, de Gustavo Petro, de Juan Manuel Santos o en contra de quienes no apoyaron este evento. Todo lo contrario, es una demostración en donde sobreponemos el valor de la paz, intrínseco del ser humano, por encima de nuestras convicciones políticas. La presente movilización es una oportunidad de manifestar nuestra voluntad. Nos permite expresarnos como ciudadanos, proponiendo la paz como uno valores y finalidades más deseables para nuestra sociedad en su conjunto. El querer, desear y hacer el bien es el objeto propio de la voluntad humana. Si el actuar humano está orientado por todo aquello que aparece como lo mejor y lo bueno, en el momento de optar por un tipo de conducta determinado, nuestros actos deberían estar orientados a elegir siempre una solución pacífica a los conflictos y como ciudadanos, qué mejor que esta ocasión para poderlo manifestar. El valor de la solidaridad se manifiesta en reconocer en el bien común, el sentido de una vida digna para todos. Solidarizarse con la causa del fin del conflicto armado, requiere dos aspectos fundamentales. Primero una actitud que nos debe inclinar a responder favorablemente a las iniciativas de paz y segundo, un comportamiento que nos conduzca a exteriorizar el apoyo a estas iniciativas. Muchos creen que la violencia y falta de paz que padece Colombia es un factor de patología social casi que imposible de erradicar y que los acuerdos de paz no tienen sentido. Este es un diagnostico sombrío y contaminante sobre la capacidad del país de vivir en paz. La marcha del 9 de abril está precisamente dirigida a todos aquellos que creen que es necesario generar conciencia acerca de que Colombia es una nación con vocación de paz y con gente capaz y necesitada de vivir en paz. No basta con aceptar que vivimos en una sociedad violenta, es necesario avanzar hacia la construcción de una cultura de paz y por eso es conveniente demostrar nuestro anhelo de paz en esta movilización ciudadana. Marchando no sólo reconocemos que tenemos derecho a la paz, sino expresamos que también somos conscientes de que nada ni nadie podrá obligarnos a que renunciemos a este derecho, o lo sacrifiquemos, en pos de cualquier otro propósito. Una cultura de paz se construye desde todos los núcleos sociales y del Estado. Eso no se logra de la noche a la mañana. Es una siembra larga que empieza partiendo de procesos de paz como este, que den como fruto el cese de los grupos violentos y su incorporación a la vida civil. ⃰⃰ Durante la Semana Santa, ver a tantos fieles católicos acudiendo masivamente a las iglesias y orando por sus más anheladas causas, me sirvió para pensar y me condujo a la conclusión de que ante los juicios de la historia, nadie nos recordará por haber sido uno de los países mas católicos del mundo. Pero siempre permaneceremos en la memoria de todos, si logramos demostrarle al mundo, que los más profundos fundamentos cristianos lograron la paz en Colombia. jorgepiotr@hotmail.com @jorge.piotrowski¿Por qué es importante salir a marchar este 9 de abril?
Vie, 05/04/2013 - 02:20
La paz en nuestro país no puede ser percibida como un ideal de izquierda o de derecha, la paz es un derecho fundamental y uno de los fines esenciales que