Quince minutos y treinta segundos

Mié, 23/07/2014 - 13:57
“No nos oponemos a que haya indulto, amnistía, a que haya elegibilidad política, pero no en el caso de los responsables de crímenes atroces. Por ejemplo, algunos frentes de la FARC y sus cabecill
“No nos oponemos a que haya indulto, amnistía, a que haya elegibilidad política, pero no en el caso de los responsables de crímenes atroces. Por ejemplo, algunos frentes de la FARC y sus cabecillas son responsables del asesinato de más de 300 soldados y policías, en Patascoy, Mitú, Las Delicias. Son los grandes proveedores de los carteles de coca de México. Yo no creo que al país le convenga la impunidad, que es la madre de nuevas formas de violencia. Nosotros no podemos comparar a nuestro país para aplicar la justicia transicional, con lo que pasó en los países de la región donde se hizo el tránsito de la dictadura a la democracia…”, el discurso es interrumpido por una risita nerviosa y una llamada de atención del Presidente del Senado al recién posesionado senador Álvaro Uribe Vélez por haber excedido los quince minutos para su intervención, alegando que si no se respetaba ese límite de tiempo no podrían hablar los otros congresistas. José David Name fue elegido como Presidente del Senado por una amplia mayoría. Los congresistas de la Costa Caribe reclamaron ese derecho por haber sacado las mayores votaciones para el Partido de la U, sin poner en consideración los manejos turbios con los que obtuvieron tan positivos resultados en beneficio de ellos y de su jefe, el presidente Santos. La interrupción del señor Name fue justo en un momento especialmente dramático del discurso de Álvaro Uribe, que acaparaba la atención de todos menos la del Presidente del Senado quien estaba más pendiente del reloj que de las palabras pronunciadas por un parlamentario excepcional que merece el mayor respeto. Al Parlamento se va a parlamentar, nos recordó Fernando Londoño en La Hora de la Verdad haciendo referencia a este episodio. Parlamentar significa hablar para llegar a acuerdos. Ya el presidente Santos había leído uno de sus peores discursos que causó somnolencia en su auditorio y que fue calificado por José Obdulio Gaviria como “una suma de mediocridades” que candidatizan al presidente “para analista de fútbol”. No era para menos, con las referencias futbolísticas, como la de que “hace exactamente una semana se dio el pitazo final a un Campeonato Mundial de Fútbol que hizo vibrar al planeta entero, y muy especialmente a los colombianos”, era fácil confundir el discurso del presidente de los colombianos con los comentarios, a los que nos fuimos acostumbrando, muy a pesar nuestro, de los comentaristas durante los partidos del mundial. De quien rige los destinos de la nación esperábamos una intervención trascendental en un momento tan crítico como el que atraviesa el país, pero no pasó de ser un discurso acerca de “una paz que no llega, una paz que está representada en las regiones con destrucción, muertes de niños y secuestros” como lo calificó el senador Gaviria. Como era de suponer, esto no les gustó a los comentaristas deportivos -algunos de ellos muy despreciados por la opinión pública- que exigieron respeto. Reclamo que si debió causar risitas nerviosas por parte de los congresistas que aplaudieron la intervención de Juan Manuel Santos. Da la impresión de que están nerviosos en el Capitolio Nacional. En las redes se sigue con entusiasmo lo que está pasando en el Congreso como si fuera una interesante serie televisiva que cada día gana mayor ‘ranking’. La política se ha visto enaltecida con la llegada de veinte senadores y diecinueve representantes del Centro Democrático, inteligentes y corajudos, elegidos libremente, sin compra de votos ni de consciencias que no van a ceder ante el circo que tienen montado desde hace años en el Capitolio Nacional de Colombia. Ellos van a devolverle al parlamento su verdadera función. Esto ocurre justo cuando el Congreso había alcanzado un desprestigio inmenso, por su descarada politiquería, y cuando la mayoría de los que se posesionaron el pasado 20 de julio llegaron ahí por la compra de votos y sus maniobras ilícitas y no por sus meritos. Que un congreso deslegitimado tenga en su interior un  pequeño pero valiente grupo de congresistas que darán la pelea por el país, no deja de regocijarnos. Ahora ¿quién de los señores congresistas se quedará dormido, pretenderá mayores beneficios o intentara colar micos? No señores, esto cambió. Sin perder la compostura y con humildad, Álvaro Uribe solicitó treinta segundos para terminar su intervención, sin excederse un segundo de ese corto margen de tiempo, diciendo: “Nosotros tenemos una democracia respetable, aquí no estamos haciendo el tránsito de la dictadura a la democracia. La justicia transicional, si en los casos de anormalidad a normalidad, no acepta esa impunidad que se ha querido proponer, menos aquí. Para nosotros el trabajo social es un deber no una pena. Entonces concluimos diciendo que la única manera de evitar que haya impunidad es con pena privativa de la libertad, así sea reducida, y aceptamos el indulto, la amnistía y la elegibilidad, para las bases de esos movimientos.”
Más KienyKe
'Act II: Cowboy Carter', es el disco que Beyoncé publicará este viernes y con el que entra en la música country.
En redes sociales, la polémica exparticipante compartió un mensaje que dejaría abierta una posibilidad de su regreso a 'La casa'.
El mandatario brasileño y su homólogo francés calificaron de "grave" el bloqueo de la candidatura de Corina Yoris en Venezuela.
En silla de ruedas, el Sumo Pontífice lavó los pies de las reclusas en la prisión femenina de Rebibbia en Roma.
Kien Opina