Vinieron para quedarse y no necesitaron mesías o profetas que las anunciaran. Ya están aquí y por mucho tiempo. Quizás usted sin saberlo, hace parte de una de ellas o en el peor de los casos, es un adúltero o promiscuo “red-ligioso social” porque es miembro de más de una de ellas y hasta comulga con devoción en todas:privilegio de quienes ejercen el don de la ubicuidad que permite la virtualidad (on line) fatigante y agobiante de estos tiempos.
Son las “Red-ligiones sociales” y es mejor asistir o formar parte de una de ellas que estar dándole la cara regularmente a un cura de parroquia decente o a un pastor con corbata de iglesia con roca o tabernáculo a bordo. Son más intensas y exigentes que cualquiera otra religión milenaria, requieren claves de acceso (password en su lenguaje semi mítico), descifrar jeroglíficos para comprobar tu identidad y te conectan con corred-ligionarios que jamás pensaste conocer en cualquier acera de una calle transitada de nuestras urbes maltrechas (el aviso dice: alguien te envío una sugerencia de…) o de espontáneos que quieren conocerte y para colmo, hacerse amigos tuyos. ¿De cuándo acá los amigos se hacen con un click frío y distante (sobre el ícono Aceptar) y no con el calor y el dolor de las rodillas raspadas en un campo de futbol o en las travesuras de un recreo interminable de colegio?
Tienen un número de devotos y miembros que envidiaría cualquier Papa romano, anglicano o protestante y con el mínimo esfuerzo. La teoría de los “Seis grados de separación” es el “Génesis” que dio vida a estas “Red ligiones sociales”: su Moisés (como en la tradición hebrea) fue un húngaro llamado FrigyesKarinthy y el Jesús que vino a cumplir la profecía fue un sociólogo, Duncan Watts. Para estas nuevas Red- ligiones Sociales su máxima compartida es aquella que reduce las sorpresas ante cualquier encuentro fortuito e inesperado: el mundo es un pañuelo. “Cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces).” Hoy los cálculos comprobados sugieren que un mensaje en estas Red - ligiones Sociales pueden llegar a cualquier individuo de este planeta en su sexto nivel de contactos. Imaginen ese poder en manos del Vaticano o de los Partidos Políticos norteamericanos. Ya Barak Obama lo comprobó y él es sumo sacerdote de esas Red-ligiones Sociales. Un ex presidente nuestro consuela su viudez del poder fungiendo como pitia desde su oráculo virtual. Los pueblos árabes en revuelta real en sus calles, primero se valieron de una revuelta virtual para llegar a sublevarse ante sus tiranos de verdad. Los políticos ignorantes intentan remplazar las plazas públicas por plegarias o “trinos” insulsos que para nada invitan a ejercer la política. Todos ellos comparten una Red-ligión Social. O la misma pero con diferencias nominales en sus respectivas iglesias. Su credo es uno solo: Dime cuantos contactos tienes y te diré quién eres.
Cualquier resistencia que se oponga a sus influencias se convierte en una desadaptación funcional al ambiente, algo así como un ateo predicando en el Vaticano. Existen Red–ligiones que promueven tan diversos credos y dioses que se puede seleccionar la “iglesia” que mejor interprete tus creencias: Sólo amigos. Parejas. Negocios. Compartir gustos extraños. Armar complot contra gobiernos. Aprender a fumar marihuana. Contactar encuentros de perversiones y aberraciones sexuales. Contactos laborales. Clubes de Suicidas. Fanáticos que desean la muerte de un personaje. Fanáticos que desean que viva un personaje. Clubes de transversales y longitudinales en sus preferencias y gustos. Políticos ignorantes que se inventan olas de todos los colores. Espacios para que usted manifieste que cosas en la vida le “Valen Tres Tiras – VTT” u otra etiqueta parecida.
Las Red–ligiones Sociales se deben es a su visibilidad, sin eso ellas estarían perdidas y en ese caso, las “Religiones” como las conocemos, volverían a ser el epicentro de nuestras desgracias espirituales. La obsesión es con la visibilidad. Usted tiene que hacerse un ente material para muchos o por la teoría de los “Seis Grados”, para todo el planeta. Pobres de aquellos que en su lista de amigos y contactos o seguidores sólo cuentan con pocas personas. No valen nada. Nadie los visibiliza y son unos gregarios más de las Red-ligiones Sociales, ovejas que caen presas de algún lobo convertido en pastor. Parias virtuales que terminan con un arrume de llamados de atención porque su visibilidad es invisible.
Pero no todo está perdido. Si usted no pertenece a ninguna de esas Red-ligiones Sociales, no se angustie ni tampoco entré en pánico. Conozco una amiga muy cercana que no es miembro de nada de esas aberraciones morbo-virtuales y ella funciona mejor que cualquiera de esas Red-ligiones Sociales. De hecho, ella misma es una. Yo estoy suscrito a sus servicios de información y no hay evento festivo o funerario que no me entere a tiempo. Y acumulo puntos entre otras cosas.
Coda: Si bien pertenezco a varias de estas “Red-ligiones Sociales”, prefiero que me salpiquen la cara con su saliva mis interlocutores de turno, a tener que recibir sólo mensajes fríos y distantes desde cualquier dispositivo móvil o desde una de esas iglesias virtuales que nos vuelven menos seres humanos cada día.
Red-ligiones sociales
Vie, 01/04/2011 - 23:59
Vinieron para quedarse y no necesitaron mesías o profetas que las anunciaran. Ya están aquí y por mucho tiempo. Quizás usted sin saberlo, hace parte de una de ellas o en el peor de los casos, es u