El senador Hernán Andrade no me está pidiendo consejo (no tendría porqué hacerlo) pero pienso que debería renunciar a la presidencia del Directorio Conservador.
No es de buena presentación mantenerse en el cargo contra la voluntad de varios sectores que le piden marginarse. Y mucho menos en momentos tan cruciales de la vida nacional, en plena discusión de una reforma política y en momentos en que la corrupción es el asunto de prioridad nacional.
Al margen de que logre salir bien librado de supuestas ayudas en la Corte para sanear sus líos legales –o ojala que salga airoso- en lo político su presidencia es débil, fragmentada y hasta discutible, en un partido que hoy es
una colcha de retazos.
Hay quienes registran con incomodidad que Andrade fue impuesto por Efraín Cepeda, presidente del Senado y el verdadero jefe nacional del partido conservador. Aseguran que la figura debió salir de entre los cuatro representantes e igual numero de senadores que conforman el directorio, como contemplan los estatutos.
Sin embargo, Cepeda lo instaló en el puesto con el argumento de que se retira del Congreso, que no aspira a repetir curul y que es –sí lo es- una de las figuras más importantes del partido.
Sus contradictores consideran que Andrade dijo la verdad, al sostener que no aspira a seguir en el Congreso. Pero se convirtió en jefe de campaña de su hermana, Esperanza Andrade, algo así (está de moda) como una candidatura en cuerpo ajeno.
Andrade, que tiene el hábito político de ser gobiernista de todos los gobiernos, está en el peor de los escenarios. Pretendía ser el protagonista de la unión Uribe-Pastrana, pero este último le tiró la puerta (otra vez) la semana pasada.
Tiene como su contrincante, dentro del partido, a David Barguil (yerno del expresidente César Gaviria), que lidera un sector pro-Vargas Lleras. Y para nadie es un secreto la cercanía del Fiscal con Cambio Radical.
Supuestamente quería ayudar a la unión conservadora, bandera de Marta Lucía Ramírez, pero la pre-candidata no lo siente de sus afectos ni de su confianza.
Así las cosas, el pobre Andrade está en el lugar equivocado y por su salud le convendría renunciar a la presidencia del directorio y dedicarse a salvar la curul en gestación de su hermana, que tiene la esperanza pero no la garantía. De paso –supongo- alejaría la jauría de enemigos que hoy hacen coro para llevarlo incluso a la cárcel. La portada de la revista Semana es mal augurio.
Entre tanto, el conservatismo que siga su derrumbe. No tiene una figura destacada para que asuma las riendas. Y seguirá como llanta de repuesto –o chupando rueda, como se quiera- en el próximo gobierno. Eso ha hecho en las administraciones de Uribe y Santos. Y la que venga, sin importar razones ideológicas, que ya no existen para nadie en el país.
¡Animo paisano¡ (con la renuncia, claro)
Senador Andrade debería renunciar
Mié, 23/08/2017 - 14:42
El senador Hernán Andrade no me está pidiendo consejo (no tendría porqué hacerlo) pero pienso que debería renunciar a la presidencia del Directorio Conservador.
No es de buena presentación ma
No es de buena presentación ma