Virginia Vallejo hoy: heroína

Con la boca abierta me quedé viendo algunas de las entrevistas dadas por Virginia Vallejo a medios latinos en los Estados Unidos. Recién llegada a ese país, con el programa de protección de testigos, ha dado declaraciones sobre el Cartel de Medellín y su fugaz romance con el extinto Pablo Escobar. Con el paso del tiempo magnifica más y más su influencia en las decisiones del capo de la droga colombiana. Ahora debería pasar de ser una de las amantes más del paisa a redentora del mismo, de acuerdo con lo que le dijo a una periodista que la cuestionó duramente sobre esta relación. Esta columna nace a raíz de la llegada al país de Javier Bardem y Penélope Cruz, su esposa, para asumir los roles del capo y Virginia Vallejo en la película “Escobar”, basada en el libro escrito por el periodista Gonzalo Guillén, con declaraciones de la expresentadora de televisión de los años ochenta. La preocupación es cómo van a plantear los personajes de los protagonistas en esta película Hollywoondense, nutriéndose actualmente de este filón temático cautivador de todos los públicos en el mundo.  Los malos atraen como un imán a los desprevenidos cineastas, especialmente a quienes adoran los antihéroes. Naturalmente Virginia Vallejo pone las condiciones. Ella es la autora del libro. Como se ven las cosas será la redentora de la maldad de Pablo.  Según sus palabras ella le aconsejaba no hacer el mal a sus compatriotas, cuando él desbordó los límites, palabras más palabras menos, terminó la relación. Las arandelas al interior de ese romance las conocen los familiares de Pablo, que se burlan de las fantasías creadas por Virginia en su afán de darle otros matices a su noviazgo con el nefasto personaje, para sacudirse de los señalamientos recibidos por los colombianos al pasar de ser la presentadora más reconocida y admirada del país a la amante del narco, que estaba casado y además tenía novia a quien sí adoraba: la famosa Wendy, una reina de belleza que murió en todo este torbellino de luctuosos sucesos. De acuerdo con declaraciones de algunos allegados al capo, el dichoso “affaire” duró más que un merengue en la puerta de un colegio. Fue de meses y no de años y después de un poco tiempo, el señor Escobar ya estaba hastiado de “la diva”, por intensa.  Tal era el cansancio del narco que en alguna oportunidad, para quitársela de encima, la envío a Estados Unidos a comprarle calzado de marca como ella tanto le insistía: "vestirse de marca para mejorar el status".  Efectivamente ella cumplió el cometido.  A la semana regresó con una maleta repleta de zapatos y zapatillas deportivas que Escobar ni siquiera miró.  Y muchas cositas así por el estilo. Veremos cómo Penélope Cruz se mete en el personaje de Virginia, porque definitivamente la queremos ver en la crudeza del papel que ella cumplió al lado de Pablo Escobar, que fue realmente menor si lo miramos a fondo. A quien más le sirvió fue a él, porque le limpió un poco su imagen negra y lo visibilizó como el futuro político colombiano. Por su parte, a ella le sirvió para satisfacer uno que otro de sus costosos 'caprichitos' y ahora, si todo sale bien, convertirla en “la heroína” 2016, que de pecadora pasó a ser la “supuesta redentora” de unos los criminales más grandes en la historia del mundo. Amanecerá y veremos.