Bertha von Suttner nació en una sociedad repleta de ideales militaristas y de guerra. Ella logró levantar movimientos de paz alrededor del mundo y una cultura pacifista que la convertiría en la primera mujer en obtener el galardón de Premio Nobel de la Paz cuando ninguna mujer había alcanzado ese reconocimiento.
Suttner nació el 9 de junio de 1843 en Kinsky, Praga. Fue hija de una familia aristocrática que mantenía las tradiciones machistas y militares de la Europa de ese entonces. Sin embargo, su madre, Sofía Wilhelmine, mantenía unas costumbres más liberales y ayudó para que Bertha von Suttner lograra estudiar lenguas y convertirse luego en políglota.
Tras la muerte del padre, la fortuna familiar decayó y Bertha von Suttner se vio obligada a trabajar como institutriz de la casa de los Suttner donde conoció a su futuro esposo. En su estadía, viajó a París donde trabajó como secretaria de Alfred Nobel. Allí conoció a Baron Arthur Gundaccar von Suttner con quien se casaría a escondidas de la familia de sus suegros.
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Por el rechazo al matrimonio entre un miembro de la aristocracia y una mujer de pocos ingresos, Bertha von Suttner y su esposo se vieron obligados a una precaria situación, sin embargo, con el trabajo de cada uno y la producción literaria que producían juntos, lograron mantenerse por largo tiempo en el Cáucaso.
Empezó a trabajar, después de los años 1930, en la Asociación Internacional de Arbitraje y Paz donde aprendió las formas de realizar la paz y propuso, desde la literatura, diversas formas de diálogo y promovió el acercamiento entre diferentes frentes de guerra.
Sin embargo, para la fecha de su ingreso al pacifismo, Austria y Hungría ya estaban sumidas en un sentimiento nacionalista inacabable que empezaba a dar sus frutos en algunos gobiernos de la región. Estaba cerca de estallar la primera guerra mundial y los países ya estaban armados, quizá un poco fuera del contexto, Bertha von Suttner ya pronosticaba la catástrofe que provocaría una guerra mundial.
Por eso empezó a difundir sus pensamientos e ideas pacifistas al rededor del mundo a través de sus textos. Uno de ellos Lay Down Your Arms, el más famoso, un libro en el que criticó la postura militarista y religiosa que le reconoció la atención internacional por sus planteamientos.
Esa fue la novela que la convirtió en una de las mayores filósofas de la solución de conflictos. Tras este reconocimiento, sus libros empezaron a venderse y ella logró continuar su producción literaria para motivar una respuesta dialogada a los conflictos internacionales.
Con su reconocimiento, Bertha von Suttner empezó a dictar conferencias y cursos de política global y conflictos internacionales. Allí se describió la guerra con voz de mujer, un sexo excluido de un contexto machista, una población que luchó contra las tradiciones de gran parte de Europa mientras se gestaba el racismo.
Por su amistad con Alfred Nobel, mientras trabajó con él, le envió diversas cartas después hablándole de la necesidad de reconocer las labores de paz a través del mundo, con el fin de incentivar el pacifismo. Se cree que esas misivas fueron la inspiración para crear el Premio Nobel de la Paz.
Escribía sola y junto a su esposo textos que apoyaran la paz. A mediados de 1899, cuando la guerra Franco Prusiana estaba al borde del estallido, Bertha von Suttner trató de detenerla a través de la promoción de diálogos entre las naciones.
Por esa actividad, Suttner recibió en 1905 el premio Nobel de Paz y se convirtió en la primera mujer en recibir esa clasificación del galardón y la segunda en el certamen general de premios después de Marie Curie.
Con más de 70 años recorrió diversos países y dictó conferencias en Estados Unidos y la Haya para impedir que se iniciara la Primera Guerra Mundial, pero su vida le impidió lograr su cometido y falleció en 1914, apenas unos meses antes de estallar la primera muestra de la devastación humana.
Bertha von Suttner, la primera mujer Nobel de Paz
Sáb, 09/06/2018 - 13:54
Bertha von Suttner nació en una sociedad repleta de ideales militaristas y de guerra. Ella logró levantar movimientos de paz alrededor del mundo y una cultura pacifista que la convertiría en la pri