Jean Harlow revolucionó Hollywood en tan solo siete años de carrera. A sus apenas 19 logró convertirse en el primer icono femenino de este arte. Por su sensualidad, actitud y libertad logró ser también el referente sexual de la década de 1930.
Harlow nació el 3 de marzo de 1911. Su madre, una religiosa y frívola mujer, decidió llevar a la familia a vivir en el santuario del cine americano. Ella tenía la ilusión de convertirse en actriz pero la edad y el poco talento echaron al traste sus sueños. Decidió entonces traspasar sus esperanzas en su hija e hizo todo lo posible para introducirla en la industria cinematográfica.
Jean Harlow debía vivir rápido por el apremio del destino. Su primer matrimonio lo tuvo a los 16 años con un importantes y adinerado empresario de Chicago llamado Charles McGrew, pero a los tres años de convivencia se divorciaron y ella se trasladó a Hollywood.
Bastaron solo pocos años de estar allí para que los directores de cine se fijaran en ese rostro simpático, delicado, tierno y sensual de la joven Jean. Empezó con pequeños papeles en películas de la 20th Century Fox hasta que los amigos Stan Laurel y Oliver Hardy (El Gordo y El Flaco) la contrataron para una película en 1929.
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El éxito llegó luego de eso con la superproducción de Los Ángeles del Infierno en la que Howard Hughes la seleccionó como la protagonista. La crítica la destrozó, pero más allá que su actuación Jean logró conquistar al público.
Trabajó en otras películas famosas de la época como El enemigo público, Tierra de pasión o Los enredos de una dama. Aclamada por el público y enloquecida por la fama, Jean Harlow empezó su liberación, se deshizo de varios centímetros de los vestidos para que quedaran más altos y justos y hablaba abiertamente de su sexualidad en una época de pensamientos recatados. “Me gusta levantarme cada mañana con un hombre distinto en la cama”, decía la actriz.
Empezó a ser llamada Baby Jean por el público y así fue conocida en todo Hollywood. Conoció a un empresario poderoso en la industria, Paul Bern, con quien empezó una relación que luego terminó en tragedia.
Bern influenció en la productora de la película La Pelirroja para que Jean Harlow se ganara el papel protagónico y por eso empezó su relación. Pero Bern era mayor que ella en casi el doble de edad y era conocido por ser violento y poco amable.
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En medio de esa relación se conoció que el empresario la golpeó y le afectó más los problemas que desde pequeña sufría la actriz en el hígado y el intestino. Después de eso, el hombre apareció tirado frente al espejo de la habitación de su casa, desnudo y con un tiro en la cabeza.
Nunca se esclareció el causante de la muerte, se dice que fue un suicidio, o que lo asesinó Jean Harlow por una discusión de pareja.
La mujer continuó con su carrera hasta que fue contratada para protagonizar la cinta Saratoga. En una de las grabaciones la actriz cayó desmayada por un dolor en la espalda, pidió permiso y fue a casa de su madre a descansar.
Pasaron los días y la actriz no regresó al set de grabación hasta que los compañeros y el mismo director fueron a visitarla. La encontraron agonizante en la casa de la madre quien decía que no la llevaría al médico porque más hacia la gracia de Dios que la ciencia.
Al final la convencieron de llevarla a hospital pero la infección renal que presentaba Jean Harlow ya estaba avanzada y murió antes de cualquier intervención el 7 de junio de 1937. Apenas 26 años tenía la prometedora y famosa actriz que impactó al mundo con su belleza. De hecho Marilyn Monroe aseguró que Harlow era su inspiración.
