Este viernes 17 de julio murió en Atlanta el excongresista John Lewis, uno de los líderes más representativos del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
En diciembre de 2019 el excongresista afroamericano anunció que había sido diagnosticado con cáncer de páncreas, en estado avanzado y afirmó a través de un comunicado que la lucha contra esta enfermedad no se comparaba con ninguna otra vivida en el pasado.
“He estado en algún tipo de lucha, por la libertad, la igualdad, los derechos humanos básicos, durante casi toda mi vida. Nunca me he enfrentado a una lucha como la que tengo ahora”, afirmó en un comunicado en ese momento.
Hasta el último día Lewis luchó contra la enfermedad y continúo su trabajo en el congreso de Estados Unidos con convicción y responsabilidad.
La Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi dio a conocer el deceso a través de su página web, donde manifestó:
"John Lewis fue un titán del movimiento por los derechos civiles, cuya bondad, fe y valentía transformaron a nuestra nación, desde la determinación con la que se enfrentó a la discriminación en los mostradores del almuerzo y en Freedom Rides, hasta el coraje que demostró cuando era joven y enfrentaba la violencia y muerte en el puente Edmund Pettus, al liderazgo moral que trajo al Congreso durante más de 30 años.
“La consciencia del Congreso”
En 1987 Lewis fue nombrado como congresista por Georgia, cargo que ocupó hasta su último día. Desde su puesto en el congreso y a lo largo de su vida consagró sus esfuerzos al activismo no violento y fue un defensor abierto en la lucha por la igualdad de justicia en Estados Unidos.
En 2011, luego de más de 50 años trabajando como uno de los líderes del movimiento por los derechos civiles Lewis recibió la medalla presidencial de la libertad, el mayor reconocimiento de honor civil, otorgada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
A través de un comunicado, la familia de Lewis lamentó el fallecimiento y manifestaron que además de ser un honorable líder estadounidense, el excongresista fue un padre y hermano incondicional, "fue honrado y respetado como la conciencia del Congreso de Estados Unidos y un ícono de la historia de Estados Unidos, pero lo conocíamos como un padre y hermano amoroso. Fue un campeón incondicional en la lucha en curso para exigir respeto por la dignidad y el valor de cada ser humano.
Las manifestaciones de cariño hacia el excongresista no se hicieron esperar. Desde diferentes partes del mundo grandes líderes de opinión enviaron mensajes de admiración y respeto a la familia del fallecido a través de las redes sociales.
