La vida del político y militar norcoreano Kim Jong-il parece una historia de fantasía. Su biografía autorizada cuenta detalles de su vida sacados de la ficción. Por ejemplo, se dice que el líder no orinaba y ni defecaba, tenía el poder de controlar el clima, logró escribir alrededor de 1.500 libros cuando estuvo en la universidad y se le identifica como el inventor de la hamburguesa. Lea también: Las extravagancias de los poderosos
Otras versiones se acercan más a la vida de un ser humano excéntrico y poderoso. Se conoce que Kim Jong-il tuvo una fijación especial por las actrices e incluso se habló de un grupo de esclavas sexuales que lo acompañaban y estaban obligadas a complacerlo con bailes, masajes y disputa de peleas entre ellas.
Era un coleccionista de monos, tenía cerca de 20 mil películas –las producciones de Schwarzenegger y Rambo eran sus favoritas– y gafas de sol. Según el Partido Comunista de Corea del Norte era un icono de la moda mundial. Además el líder creó un instituto para la longevidad que se encargaba de investigar como alargar su vida.
Sobre sus caprichos con la comida, un chef japonés que trabajó para el líder durante años aseguró que viajó a Irán para omprarle caviar, a Tokio por pescado, a Dinamarca por cerveza y a Francia para abastecer su gran bodega de coñac. Gastaba cerca de 700 mil dólares al año únicamente en el consumo de este licor. En una ocasión sus ayudantes tuvieron que viajar a Pekín para comprarle una Big Mac.
El ‘Querido Líder’ o el’ Gran Dirigente’, como se hacía llamar, llegó al poder en 1994. Era licenciado en economía política en la Universidad Kim Il Sung.Estuvo al frente de Corea por casi dos décadas, en pocas ocasiones habló en público, casi nunca viajó al extranjero y su biografía oficial carece de hechos reales. Lea también: Las excentricidades de los papas
El líder de la dictadura comunista de Corea del Norte murió a los 69 años en 2011. Aquel día, según la prensa oficial, una furiosa tormenta de nieve terminó, el cielo brilló con un deslumbrante color rojo sobre el Monte Paektu y el hielo en el lago volcánico de esta montaña sagrada, donde está situado el primer reino de Corea, se quebró con un rugido atronador.
Expertos creen que el tercer aniversario de la muerte de Kim Jong-il podría ser el punto de partida de cambios en el país porque la tradición confucionista coreana contempla tres años como el período de luto en el que todo hijo debe cumplir las obligaciones con el padre fallecido.
Sobre sus caprichos con la comida, un chef japonés que trabajó para el líder durante años aseguró que viajó a Irán para omprarle caviar, a Tokio por pescado, a Dinamarca por cerveza y a Francia para abastecer su gran bodega de coñac. Gastaba cerca de 700 mil dólares al año únicamente en el consumo de este licor. En una ocasión sus ayudantes tuvieron que viajar a Pekín para comprarle una Big Mac.
El ‘Querido Líder’ o el’ Gran Dirigente’, como se hacía llamar, llegó al poder en 1994. Era licenciado en economía política en la Universidad Kim Il Sung.Estuvo al frente de Corea por casi dos décadas, en pocas ocasiones habló en público, casi nunca viajó al extranjero y su biografía oficial carece de hechos reales. Lea también: Las excentricidades de los papas
El líder de la dictadura comunista de Corea del Norte murió a los 69 años en 2011. Aquel día, según la prensa oficial, una furiosa tormenta de nieve terminó, el cielo brilló con un deslumbrante color rojo sobre el Monte Paektu y el hielo en el lago volcánico de esta montaña sagrada, donde está situado el primer reino de Corea, se quebró con un rugido atronador.
Expertos creen que el tercer aniversario de la muerte de Kim Jong-il podría ser el punto de partida de cambios en el país porque la tradición confucionista coreana contempla tres años como el período de luto en el que todo hijo debe cumplir las obligaciones con el padre fallecido.
