En el Museo Picasso de Málaga descansan juntos los cuadros en los que dejaron el alma Jackson Pollock y su esposa Lee Krasner, Mural y Otra tormenta. Fue el estilo artístico de ambos lo que los unió, la incesante búsqueda de la libertad pictórica.
Jackson Pollock nació el 28 de enero de 1912 en Estados Unidos, pasó su infancia entre Arizona y California. A mediados de los años 1930 se trasladó a New York para estudiar arte en el Art Students League. Fue en 'La Gran Manzana' donde conoció a la que sería su esposa, Lee Krasner.
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Con la influencia de artistas mexicanos como Siqueiros, Orozco y Rivera; europeos como Picasso y Miró y el estilo de los indígenas norteamericanos, Pollock desarrolló un estilo propio. Un estilo que rompía tradiciones. Se presentó frente a la coleccionista Peggy Guggenheim, con una obra que no convenció a la curadora, pero que impactó al mítico Marcel Duchamp.
Pollock revolucionó el arte
Fue Duchamp quien confió en él y le dijo que le presentara un cuadro más pequeño pero de gran formato para que lo vendieran. Pollock lo hizo y su fama estalló. Fue Clement Greenberg, crítico e impulsor del expresionismo americano, quien dijo que Pollock "se deshacía de los símbolos y signos históricos para hablar meramente de la pintura".
Junto a su esposa compraron una casa en Springs con el espacio suficiente para desarrollar sus obras. Pollock supo aprovechar ese espacio y mandó el caballete lejos, extendió sus lienzos, convirtió su cuerpo en el bastidor y empezó a regar la pintura con una técnica que parecía un performance.
Así nació el action painting un movimiento revolucionario de la pintura. Una técnica que consiste en pintar con elementos como pinceles grandes o regar la pintura, con el fin de representar sensaciones a través del movimiento del cuerpo.
Un descuido le quitó la vida
Pollock se había vuelto adicto al alcohol desde los 26 años y lo usaba mientras pintaba. Un día, el muralista conoció a Ruth Kligman una adorable pintora abstracta. Los dos, un poco ebrios, se vieron atraídos y se entregaron al deseo.
Kresner, la mujer de Pollock, se enteró de la traición y se marchó a Europa. Sin saber, ella, que jamás volvería a ver a Pollock con vida. Los dos amantes, con licor en la cabeza, fueron a dar un paseo en el descapotable Oldsmobile de artista.
En un momento, el muralista perdió el control del auto y se estrelló, la mujer salió volando del auto y el artista se golpeó tan fuerte que murió al instante.
Pollock se convirtió en una leyenda del muralismo y el arte norteamericano y mundial, además de ser el principal exponente del action painting.