Rufino José Cuervo fue un destacado personaje colombiano que se dedicó a la cervecería y a la filología, hizo aportes al estudio del lenguaje con diversas obras sobre el estudio de esta y como impulsor de la creación del Instituto Caro y Cuervo.
Nació el 19 de septiembre de 1844 en Bogotá, hijo de unos españoles procedentes de La Coruña. Su padre, Doctor Rufino Cuervo ayudó en la organización luego de que la Nueva Granada se dividiera en los países de Ecuador, Venezuela y Colombia.
Se destacó desde pequeño en los estudios de Gramática, a la cual se dedicó después en su aprendizaje autodidacta. Aprendió diversas lenguas como parte de su estudio y escribió algunas obras sobre la lengua latina, de su principal interés.
Según su biógrafa y analista de la obra del poeta María Joaquina del Pino Díaz, Rufino José demostró en sus obras la capacidad para manejar y argumentar en sánscrito, armenio, griego, latín, celta, gótico, islandés, sueco, danés, flamenco, letón, lituano y ruso.
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Llegó a ser profesor de la cátedra de latín del Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario y otros lugares donde enseñó también el griego. Finalmente se retiró para iniciar sus obras de análisis del lenguaje en las que fundamentó la lengua latina como no lo había hecho ningún autor.
A mediados de 1970, Rufino José Cuervo y Miguel Antonio Caro publicaron Gramática de la lengua latina para el uso de los que hablan castellano, en la que hace una exposición comparativa de la lengua latina y la castellana que permite el conocimiento científico de esta última. Es considerado uno de los mayores aportes en el área, que además fue escrito por los dos folólogos y gramáticos más prestigiosos de la época.
También publicó Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano, el cual se convirtió en uno de los documentos científicos que analizó la adaptación de la lengua castellana en Colombia, bajo lo conceptos de corrección gramatical.
Después se encausó en la redacción del Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, su obra más ambiciosa que fue finalizada por el Instituto Caro y Cuervo tras su creación ya que Rufino José Cuervo lo había publicado en 1986 en París sin concluir. Finalmente fue en esta ciudad donde murió el 17 de julio de 1911.
