Durante el invierno de 1952 en Londres hubo una gran niebla tóxica que causó la muerte de 12.000 personas. La historia parece repetirse. Ese periodo de contaminación ambiental refleja escenarios similares a los que se viven actualmente por el Covid-19. El episodio cuatro de la serie The Crown narra la forma en que la corona y el gobierno encabezado por Churchill tuvieron que afrontar esta crisis. Los accidentes de tránsito y el aumento inesperado de enfermedades respiratorias llegaron a colapsar la red hospitalaria de la capital de Inglaterra.
La serie muestra a hombres y mujeres caminando por las calles de Londres con mascarillas. A diferencia de contraer un virus como ahora, en esa época el aire contaminado no les dejaba respirar. Se oye en las noticias de la BBC la suspensión de vuelos por la falta de visibilidad. Algo muy similar a lo se está viviendo en todo el mundo con la diferencia de que las pistas están despejadas.
La quema descontrolada de carbón era la causa de esa gran niebla asesina. Era un enemigo que se podía ver de día y de noche desde la ventana de la casa, pero una vez se estaba en contacto era imposible ver a la persona de al lado. Muy diferente a lo que podemos apreciar en estos días. Desde una ventana todo luce cerrado, las personas hablan a dos metros de distancia con un par de guantes en las manos y una mascarilla que cubre el rostro o en el más drástico de los casos con una careta que impiden cualquier tipo de contacto.
Esta pandemia es una realidad, pero el tiempo que lleva parece que fuera una historia de ficción. Después de la crisis en Londres surgieron normas legales que restringieron la contaminación del aire. En estos momentos en Bogotá la persona que salga de su casa sin mascarilla puede ser multada. ¿Cuál será la próxima medida? Entregar monedas sin guantes puede ser una medida. Evitar lo mejor posible cualquier tipo de contacto humano es una realidad que se está viviendo que parece ficción.