Según el Gender Inequality Index del UNDP, “Colombia ocupa el puesto 90 en una lista de 189 países y el censo minero departamental colombiano de 2010-2011, el 5 % de la fuerza laboral eran mujeres y según el DANE a fecha de julio-septiembre de 2018, el 21,63 % de las personas ocupadas de forma directa o indirecta en minas y canteras eran mujeres”. (Hidron y Koepke 2014).
Lo anterior, refleja que la minería es un sector con muy baja participación femenina, caracterizándose las zonas mineras por una cultura profundamente patriarcal que obstaculiza y limita el empoderamiento económico de las mujeres, su acceso a oportunidades, y el respeto a sus derechos económicos, sociales y culturales.