Cuando falta una semana para el inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, los deportistas de todos los países participantes comienzan a llegar a Brasil para acomodarse y prepararse de la mejor manera.
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Las autoridades brasileras quieren darle la mejor atención a todas las personas que lleguen a la ciudad para disfrutar de la cita olímpica. Sin embargo, la inseguridad en las calles comienza a aparecer porque muchos quieren sacar provecho de la situación.
El vallista de China Shi Dongpeng llegó a Río de Janeiro hace pocos días para culminar su preparación atlética. Pero un robo cogió por sorpresa al atleta asiático.
Mientras se encontraba en la recepción del hotel llenando unos formatos de registro, un hombre, que presuntamente estaba en estado de embriaguez, se le acercó y vomitó encima de él. Ante la extraña y desagradable situación, el chino se dirigió al baño más cercano para limpiarse.
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Un fotógrafo que acompañaba a Shi Dongpeng salió detrás del sospechoso ebrio para tomarle una foto. En ese momento, otro personaje entró al hall del lugar para llevarse los equipos que se habían quedado en la entrada del alojamiento.
La denuncia no se hizo esperar porque era clara la estrategia delictiva. En la comisaria los oficiales comentaron el peligro que tenía esta banda criminal. "Han tenido suerte, a una persona le pusieron un revolver en la cabeza para robarle el auto y poder huir", afirmó un uniformado.
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Igualmente, la Policía de Brasil se encuentra en alerta ante las amenazas del Esta Islámico. El Grupo terrorista ha confirmado su intención de atacar durante los Juegos Olímpicos luego de sus atentados en Bélgica, Alemania y Francia.
