Las cerca de 970 obras de estabilidad de laderas y mitigación del riesgo, realizadas en Manizales desde los años setenta, fueron pensadas para dar seguridad a los habitantes, sin embargo con la reciente emergencia, se hace necesario analizar su pertinencia y efectividad.
Según el profesor Ómar Darío Cardona Arboleda, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, los umbrales de diseño de la mayoría de las obras pueden estar siendo excedidos no solo por eventos extraordinarios, sino también, porque son más frecuentes de lo previsto.
En su opinión, lo anterior trae consigo la necesidad de realizar un análisis de costo-efectividad de las obras, con el fin de compararlo con otras alternativas dado que en caso de que se decida su diseño para niveles de lluvias más altos, dicha exigencia significaría costos mayores para ofrecer el mismo nivel de seguridad.
[single-related post_id="674965"]
Para el experto en gestión del riesgo, “estamos de acuerdo que es necesaria una reflexión colectiva para preguntarnos cuánta seguridad es suficiente para la ciudad, lo que implica revisar aspectos relacionados con el nivel de amenaza, vulnerabilidad y el riesgo aceptable”.
El docente explica que de alguna manera esto ya se ha hecho en el pasado con las exigencias y criterios que actualmente se utilizan, pero los últimos acontecimientos conducen a una reflexión inevitable entre los sectores público y privado, la academia y la comunidad.
Las exigencias, intensidad y frecuencia de las lluvias hacen pensar que las laderas de la ciudad se pueden desestabilizar más fácilmente ahora que antes, y las iniciativas de urbanismo, infraestructura o protección ambiental, se pueden estar quedando cortas en sus niveles de seguridad.
Además, esta revisión es clave para que la ciudad sea menos vulnerable frente a eventos intensos y, por tanto, más segura, sin dejar de reconocer que no va a quedar inmune frente a este tipo de incidentes en el futuro.Según el experto, “esto, seguramente, conducirá a ampliar los sistemas de alerta temprana y mejorar el trabajo de monitoreo con las comunidades, para que la reacción ante la ocurrencia de eventos intensos sea inmediata y efectiva, para así disminuir sus consecuencias”.
Norma geotécnica
El profesor Cardona Arboleda señala que muy pronto se espera adoptar una norma geotécnica local y de movimiento de tierras, en la que se ha estado trabajando con el liderazgo de la U.N. sede Manizales, y que es otro de los legados del Programa de Gestión Integral del Riesgo de Manizales, que se realizó con apoyo de Corpocaldas en los últimos años. La norma se necesita para cumplir las exigencias del Plan de Ordenamiento Territorial y consiste en los términos de referencia para los estudios que se deben realizar en detalle, con el fin de establecer la pertinencia o no de construir en ciertos sitios. Esto va a contribuir a mejorar el nivel de seguridad en Manizales.Liderazgo de la U.N.
Las estaciones hidrometeorológicas y sísmicas automáticas que operan en tiempo real y que administra la U.N. Sede Manizales, son fundamentales para el conocimiento y la reducción del riesgo, estos sistemas se empezaron a desarrollar, instalar y operar hace cerca de 20 años.Se han convertido en el soporte para que las autoridades municipales (Alcaldía y Corpocaldas) tomen decisiones en lo que respecta a la gestión del riesgo de desastres en la ciudad.Sobre la tarea que cumple la U.N. acerca de este tema en Manizales, el profesor Cardona indica que la Institución entiende la gestión del riesgo como una estrategia de desarrollo y transformación; es decir, que plantea soluciones de sostenibilidad y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, identificando y evaluando las amenazas y la vulnerabilidad y proponiendo también las acciones que se deben realizar para anticiparse y evitar o reducir el riesgo en forma correctiva y prospectiva. [single-related post_id="671113"] Sin embargo, contar con estudios y sistemas de monitoreo y alerta, e incluso con una buena gestión del riesgo, no garantiza que no se puedan presentar emergencias como resultado de eventos muy intensos, por esta razón también es necesario prepararse para la respuesta efectiva en caso de eventos extraordinarios.
El riesgo es normativo, es decir implica, una vez conocido, la toma de decisiones y la realización de medidas que eviten y, en el peor de los casos, que al menos mitiguen o reduzcan las consecuencias de los eventos más graves.Con información de Agencia de Noticias Universidad Nacional
