Los residuos alimenticios en Colombia pueden volverse materia prima de compostaje, fertilizantes e incluso, un alimento para los animales; sin embargo, actualmente se desperdician 9,7 millones de toneladas de comida al año.
Estas alarmantes cifras corresponden al Banco Interamericano de Desarrollo, con corte del pasado diciembre de 2020. Es importante recordar que en lo últimos años el mundo le apuesta a la economía circular, la cual busca darle fin al consumo de productos finitos. El simple hecho de usar la menor energía posible y reutilizar es una gran estrategia para los flujos económicos y ecológicos.
Con la cantidad de residuos orgánicos que se desperdician podría alimentarse a la población de Bogotá en un año. De cada 3 toneladas de alimentos que se producen en el país, una termina en la basura. El costo de estas pérdidas y desperdicios asciende a unos 45.365 millones de pesos colombianos por año, según el BID. Tan sólo en la capital, diariamente se desperdician cerca de 1.400 toneladas de alimentos.
A pesar de las cifras, hay esfuerzos en la ciudadanía para realizar un mejor manejo de los residuos. Atica, por ejemplo, es una compañía que trabaja en la valorización, gestión y disposición integral de residuos industriales, hospitalarios, minero energéticos y aceites. En sus procesos ha buscado la manera de obtener compostajes y fertilizantes orgánicos.
¿Cómo se logra?
Por medio de una tecnología de punta la destrucción correcta de alimentos es posible. El resultado es el aprovechamiento de empaques y contenidos alimenticios sólidos y líquidos. El CEO de Atica, Diego Guzmán, aseguró que, con el debido proceso, los residuos orgánicos pueden llegar a ser utilizados para la alimentación de animales.
La empresa también comparte este conocimiento. A nivel nacional tienen alrededor de 500 compañías que toman el servicio. “Nosotros lo que hacemos es darles una nueva oportunidad a esos alimentos y reconvertirlos en un nuevo producto, cuidando siempre al nuevo consumidor y devolviendo al cliente principal lo que ya creía perdido”, explicó Guzmán.
Reglamentación de residuos
Este 2021 empezó a regir la Resolución 1407 de 2018, la cual reglamentó la utilización de empaques de papel, cartón, plástico, vidrio y metal, y su impacto directo en las empresas del país. El aprovechamiento de envases y empaques pasó de ser una opción a una obligación y ahora las compañías deben formular un “Plan de Gestión Ambiental de Residuos de Envases y Empaques”.
En la actualidad, el país genera cerca de 12 millones de residuos sólidos y sólo se recicla el 16,5% aproximadamente. Con la resolución se pretende incorporar y capacitar a las empresas para aumentar estas cifras. La meta es llegar al 30% de aprovechamiento para 2030; este año se pretende iniciar con el 10%.
También aspira a que las empresas inviertan en investigación y desarrollo del ecodiseño. Así se cumpliría con el proceso y generarían una mayor sensibilización y cultura ciudadana alrededor del adecuado manejo de estos materiales.
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El aprovechamiento de envases o empaques consiste en contar con un proceso mediante el cual se recuperan materiales por medio del reciclaje y la reutilización con el fin de incorporarlos al ciclo económico o productivo de la empresa.
Es importante recordar que los productores deberán cumplir la meta de aprovechamiento de empaques y envases respecto al peso total de estos puestos en el mercado. Además, tienen un plazo para implementar el “Plan de Gestión Ambiental de Residuos de Envases y Empaques”.
Los que estén identificados como productores, importadores y distribuidores a 31 de diciembre de 2017, debieron presentar el Plan de Gestión Ambiental a más tardar el 31 de diciembre de 2020. En el caso de las compañías que iniciaron operaciones desde el 1 de enero de 2018 tienen plazo de presentarlo el 31 de diciembre del 2021.
