
La sesión del Consejo de Seguridad de la ONU se tiñó de dolor este miércoles cuando el embajador palestino Riyad Mansour rompió en llanto al relatar el drama vivido por una médica en Gaza, cuyos nueve hijos murieron calcinados en un ataque aéreo israelí.
Durante su intervención, Mansour compartió el caso de la doctora Alaa al-Najjar, quien se enfrentó a la devastadora escena de recibir los cuerpos sin vida de sus hijos en el hospital donde trabajaba. La sala quedó en absoluto silencio cuando el diplomático, entre sollozos, exclamó: “¿Cómo alguien puede tolerar este horror?”
El Consejo de Seguridad se reunió en sesión especial para abordar la escalada de violencia en la Franja de Gaza, tras los recientes bombardeos israelíes. La imagen de Mansour, visiblemente quebrado mientras leía las cifras de víctimas, ha generado una fuerte reacción global, encendiendo las redes sociales y provocando titulares internacionales.
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El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, intervino con un mensaje contundente: calificó la situación en Gaza como una “catástrofe humana y moral” y urgió a ambas partes a cumplir con el derecho internacional humanitario. Exigió además un alto al fuego inmediato y el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria al territorio afectado.
Desde la representación israelí, el embajador Danny Danon defendió las acciones militares de su país, alegando que el objetivo es desmantelar la infraestructura de Hamas y proteger a su población del terrorismo. No obstante, organismos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han advertido que los ataques indiscriminados podrían constituir crímenes de guerra, intensificando la presión internacional sobre Israel.