La ayuda oficial al desarrollo de los países del comité de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se redujo un 6,9 %, según advirtieron Médicos del Mundo y Medicusmundi. El dato hace parte de un informe sobre el estado de la acción humanitaria y la salud global en 2024, divulgado este viernes.
Recortes en salud y acción humanitaria
El reporte señala que, además de la caída general, los fondos destinados de forma específica a salud y respuesta humanitaria también registraron recortes significativos. Para las organizaciones, la tendencia no es un ajuste menor: es un cambio que afecta la capacidad de respuesta en terreno, justo cuando crecen las necesidades.
En términos prácticos, explican, menos financiación puede traducirse en más dificultad para sostener servicios básicos, comprar medicamentos, atender desplazamientos o mantener equipos trabajando en zonas de crisis. En contextos frágiles, donde el margen de maniobra ya es estrecho, una reducción de este tamaño puede sentirse rápido.
Un contexto más inestable y con más riesgos
Las ONG describen el momento como un escenario de mayor inestabilidad geopolítica y debilitamiento del sistema multilateral. En ese contexto -advierte el informe-, el “deterioro” de la financiación internacional amenaza la capacidad de los sistemas sanitarios para responder a conflictos prolongados, emergencias climáticas y brotes epidémicos.
El documento también plantea que la presión sobre la salud pública no viene de un solo frente. A la vez que aumentan crisis humanitarias y eventos climáticos extremos, persisten brechas de desigualdad y señales de retroceso en derechos humanos, lo que complica aún más la respuesta internacional.
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¿Qué proponen las ONG?
Ante este panorama, Médicos del Mundo y Medicusmundi piden avanzar hacia un nuevo marco de gobernanza global y una reforma profunda del sistema de cooperación internacional para responder de manera más efectiva a estos desafíos. Entre sus propuestas mencionan blindar la financiación sanitaria dentro de la ayuda al desarrollo, reforzar la acción humanitaria, impulsar la corresponsabilidad internacional y garantizar una representación más equitativa de los países del sur global en la toma de decisiones.
