El fabricante de medicamentos estadounidense Moderna indicó el pasado jueves 5 de agosto que su vacuna contra el coronavirus tiene una efectividad del 93% seis meses después de la inyección.
En una declaración sobre los ensayos clínicos en curso, el director ejecutivo de la empresa, Stephane Bancel, agregó: "La variante delta es una nueva amenaza importante, por lo que debemos permanecer atentos".
Se cree que las tres vacunas COVID-19 actuales en el mercado en EEUU (Moderna, Johnson & Johnson y Pfizer) ofrecen protección contra la variante delta más contagiosa. En casos raros de "avance", en los que las personas vacunadas contraen el virus, los síntomas generalmente son leves o inexistentes.
Bancel señaló que la compañía trabaja en una vacuna de refuerzo que él prevé sea una vacuna de una sola inyección que se administraría una vez al año y protegería contra la COVID-19 y la gripe básica.
El ejecutivo aseveró que en los ensayos clínicos, las inyecciones de refuerzo "demostraron respuestas sólidas de anticuerpos a las variantes de COVID-19".
Mientras tanto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) trabaja para otorgar la aprobación total de la vacuna Pfizer en septiembre. Se espera que las vacunas Moderna y Johnson & Johnson obtengan la aprobación total en algún momento después de esa gestión.
Las tres vacunas han estado disponibles con una autorización de uso de emergencia y la FDA ha acelerado su cronograma para otorgar la autorización de uso completo.
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Las iniciativas se dan en medio de un panorama donde varias personas han manifestado su negativa a vacunarse en EE.UU., lo que, según las autoridades de salud del país, ha contribuido a propagar la variante delta.
Sobre este tema, la Casa Blanca informó que en áreas donde las hospitalizaciones por coronavirus han aumentado, las tasas de vacunación están comenzando a aumentar.
Con información de Agencia Anadolu.