El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, dijo que la decisión del presidente Juan Manuel Santos de no acatar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el Caso Petro “ya es historia patria”, y sugirió pensar en recomponer las relaciones entre dicho brazo de la OEA y Colombia, por el bien de las políticas de derechos humanos en Colombia.
En conversación con Kienyke.com, el funcionario de Gobierno respetó la decisión de Santos de firmar la destitución de Petro de la Alcaldía de Bogotá y sugirió que el presidente no tenía otra salida, pues de negarse podría haber sido acusado por el Procurador General de la Nación. Sin embargo calificó de “equivocado y casi ofensivo” que el gobierno nacional no hubiera explicado esta decisión ante la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en Washington.
Garzón en esta entrevista también advierte que los sectores campesinos y agrícolas manifiestan que no se les están cumpliendo las promesas hechas por el gobierno, así que es previsible un eventual segundo Paro Nacional Agrario. “Hay que respetar la protesta social”, afirmó al ser consultado sobre las condenas que Santos ha hecho a las manifestaciones.
El vicepresidente también se refirió a la designación de Germán Vargas Lleras como fórmula a la vicepresidencia para la reelección, las propuestas de una Asamblea Nacional Constituyente y su relación con Juan Manuel Santos, incluso tras negarse a ser embajador de Colombia en Brasil: “Juan Manuel Santos en ningún momento me invitó que yo hiciera o pensara igual que él, porque eso sería muy aburridor”, dijo.
-Le restan cuatro meses de gestión. ¿Se siente satisfecho con su labor dentro de la vicepresidencia? ¿Siente que pudo haber hecho más y no lo dejaron?
-Las funciones que he cumplido son las que me ha definido el señor presidente. Desde un principio me definió que le ayudara en la promoción y respeto integral de los Derechos Humanos. A eso me he dedicado fundamentalmente en estos cuatro años; trabajando para que esto sea una política pública que cruce todo el Estado colombiano. Trabajando a favor de un diálogo social dentro de la comunidad internacional, la sociedad civil y el Estado Colombiano. Lo más importante es que hemos contribuido para que los gobiernos locales y regionales también tengan en su agenda la política pública de los derechos humanos. Culturalmente hemos avanzado en el diálogo social, pero siento que todavía la política de Derechos Humanos está a medio construir y es necesario que prosiga en cabeza del presidente o presidenta de la República, sea cual sea el que elijamos.
-Los avances en materia de Derechos Humanos han sido reconocidos especialmente por organismos como Naciones Unidas. ¿Teme que en el futuro gobierno se descuide este asunto?
-Esto es como remar contra la corriente; si nos paramos, retrocedemos. El mayor aporte es que hemos creado y contribuido para consolidar una cultura a favor de la promoción y respeto integral de los Derechos Humanos, y que todas las políticas públicas a nivel local, regional o nacional tienen que estar permeabilizadas por esa política integral. No podemos cantar victoria. La tarea tiene que continuar en cabeza del nuevo presidente o presidenta que elijamos en Colombia y tiene que continuar en coordinación con todo el sistema internacional de Derechos Humanos, tanto el Sistema Interamericano como el de Naciones Unidas.
-A propósito, se sobreentiende que usted respete la decisión del presidente de no acatar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso de Gustavo Petro, pero ¿compartió esa postura?
-El presidente llegó a un momento en el que tenía que cumplir con un mandato del señor Procurador General de la Nación. Es que quien destituyo e inhabilitó a Gustavo Petro no fue el presidente de la República; fue el señor Procurador. El presidente lo que hizo fue cumplir un mandato del Procurador, tal como le ordena la Constitución. Si el presidente no hubiera cumplido este mandato, estaría desacatando una orden del Procurador General, y por lo tanto, el Procurador tiene el derecho constitucional de investigar al presidente por desacato y lo puede acusar ante la Comisión de investigaciones de la cámara de representantes.
-Algo que se había sugerido respecto a presiones del Procurador para que Santos firmara esa destitución…
-El Procurador lo que no puede es sancionar al presidente, pero sí lo puede investigar y lo puede acusar. Yo creo que tanto la decisión del Presidente como la de la recomendación de las medidas cautelares de la CIDH ya es una historia patria. Ya pasó. Ahora lo que necesitamos es contribuir al fortalecimiento de las relaciones del Sistema Interamericano de Derechos Humanos con el gobierno colombiano.
-¿Se generó algún daño en esas relaciones?
-No es positivo para la democracia o para la política de los Derechos Humanos un enfrentamiento entre el Estado colombiano y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Lo más recomendable para la democracia es un entendimiento y fortalecimiento de las relaciones de cooperación del Estado colombiano con la CIDH. He dicho públicamente que fue desafortunado y una equivocación el retiro de la delegación del gobierno colombiano de una audiencia de la CIDH. Se perdió una linda oportunidad para haber explicado las decisiones que tomó el presidente de la República en el caso de Gustavo Petro y terminamos enviando un mensaje equivocado, casi ofensivo contra la CIDH. Un mensaje equivocado que termina deformando todos nuestros avances en materia de Derechos Humanos. No podemos avanzar en una política de Derechos Humanos si al mismo tiempo tenemos una política de choque y no entendimiento con el consejo de Derechos Humanos de la ONU y con la CIDH de la OEA.
-Con su olfato para prever crisis sociales, ¿teme que pronto estalle el segundo Paro Agrario?
-Los campesinos, los cafeteros e indígenas están manifestando públicamente que el gobierno nacional no les ha cumplido los acuerdos. Que si ellos se ven forzados a ir a un segundo paro nacional es porque el gobierno no ha cumplido los acuerdos.
-¿Es fácil evitar ese paro?
-Lo más importante es que ese diálogo prosiga en cabeza del ministro del Interior, del ministro de Agricultura, del ministro de Hacienda, con las organizaciones campesinas e indígenas. Prosiga para ver cómo se cumplen el 100 por ciento de los acuerdos y prosiga también para la construcción de nuevos acuerdos. El dialogo social no se hace para echarnos flores o endulzarnos el oído; se hace para procurar soluciones y construir acuerdos. Y esos acuerdos son para cumplirse.
-El presidente Santos ha dicho que sería injusto el paro…
-Creo que en Colombia hay que respetar la protesta social. Lo más importante es que los ministros se reúnan con los dirigentes campesinos e indígenas y miren qué se ha cumplido y qué no de esos acuerdos. Si hay puntos que no se han cumplido, explicar el porqué no se han cumplido, pero ante todo manifestar la voluntad para cumplirlos.
-Dicen que algunos sectores campesinos estarían siendo manipulados para protestar y causar efecto en la campaña electoral. ¿Cree que es verdad?
-Hay un dicho popular: cuando el rio suena, piedras trae. Yo recuerdo que cuando era dirigente sindical, convocábamos protestas sociales y venían inmediatamente señalamientos. De todo nos acusaban pero no resolvían los problemas. Yo creo que ahora lo que necesitamos es resolver los problemas de los campesinos e indígenas.
-Le pido sinceridad señor Vicepresidente. ¿Germán Vargas Lleras es el causante de un posible enfriamiento de su relación con Juan Manuel Santos?
-No, ni mucho menos. Como vicepresidente no le puedo recomendar ni puedo opinar frente a decisiones que tomen los candidatos o candidatas a la presidencia respecto a sus fórmulas vicepresidenciales. Recuerdo que como fórmula vicepresidencial procuré siempre con el presidente Santos trabajar para ganar las elecciones, porque las elecciones se ganan con votos, no con palabras ni con frases. He dicho públicamente que lo único que aspiro es que la política de Derechos Humanos continúe estando en cabeza del presidente de la República. Y que el próximo 25 de mayo no vamos a elegir dos presidentes sino un presidente y un vicepresidente hasta el 7 de agosto de 2018.
-Aunque muchos opinan que esa fórmula Santos-Vargas busca que se elijan dos presidentes…
-Hay que respetar el derecho de los electores. Esa es la base de la democracia. Lo único que le digo es que la constitución política lo que mandata es que nosotros elegimos un presidente y un vicepresidente. La constitución en ninguna parte dice que nosotros elegimos dos presidentes.
-¿Se considera usted un vicepresidente incómodo para Santos?
-No. Me considero un vicepresidente diferente, política y socialmente al presidente Juan Manuel Santos. He cumplido con lo que acordamos en 2010, cuando definimos que era la unidad en la diferencia. Es que Juan Manuel Santos en ningún momento me invitó a que yo hiciera igual que él porque eso sería muy aburridor. Cuando dos seres humanos se juntan en un propósito, incluso en la relación de pareja, uno tiene que respetar el derecho a pensar diferente y la historia de cada cual. Juan Manuel Santos y Angelino Garzón tenemos historias políticas y sociales diferentes y la riqueza en la gobernabilidad es que hemos seguido siendo diferentes. Es la unión en la diferencia.
-Tememos que el argumento de que el calor afectaría a su perro Orión no es la razón principal para que desistiera de ser embajador en Brasil…
-No fui a la embajada de Brasil por razones personales y familiares que en su debido momento le explicaré y he defendido que el perro Orión hace parte de la familia y, por lo tanto, donde vamos va el perro. Nosotros no podemos dejar el perro por ningún motivo del mundo. Ni lo vendemos. El perro hace parte de la familia y uno no vende los familiares; uno convive con los familiares.
-A la Canciller le molestó mucho su argumento…
-Con la Canciller no tengo sino palabras de cariño y admiración. No me parece bien uno ponerse a pelear. Mi recomendación es que uno no debe pelear ni con animales, ni con muertos, ni con enfermos, ni con personas presas. Es un principio de vida. Uno debe polemizar con el que se puede defender, y por lo tanto no tengo sino palabras de cariño y reconocimiento con la señora Canciller.
-Y quienes dicen que Santos le buscó esa embajada para alejarlo del gobierno… ¿Les cree?
-Son cábalas e inventos de la gente. A algunas personas les gusta hilar muy delgado. Y es que yo no soy candidato: ¿cómo me iban a sacar si yo no soy candidato ni a la presidencia ni vicepresidencia? Lo que he dicho es que si Dios de los cielos me da vida y me da salud, el 14 de mayo de 2015, ni un día más ni un día menos, diré públicamente si soy candidato a la alcaldía de Cali, a la alcaldía de Bogotá o si no soy candidato a nada, que es lo que quiere mi mujer, Montserrat Muñoz.
-¿Sabe por cuál partido lanzará alguna de sus aspiraciones, si así lo decide?
-Mi mamá -que era vendedora de plaza de mercado de la galería de Cali, llena de sabiduría popular- me enseñó desde muy niño: vea Angelino, no se ponga a ensillar a un caballo que no ha comprado. Lo primero que tengo es que llegar con vida al 14 de mayo de 2015 para poder anunciar si soy candidato o no. Esa respuesta la diré el 14 de mayo.
-Casi finalizando su vicepresidencia ¿siente que se desilusionó de Juan Manuel Santos?
-No. Juan Manuel Santos es un hombre decente y progresista. Es un hombre que quiere trabajar por el bien de Colombia y por la paz. Lo que he hecho y seguiré haciendo mientras siga siendo vicepresidente es trabajar por el éxito de Juan Manuel Santos, pensando siempre en un país mejor.
-¿Se sintió usted parte de este Gobierno? Muchas veces se le veía distante y crítico con el gabinete.
-Gobernar tiene sentido, en Colombia o cualquier parte del mundo, si se piensa primero en las personas, en los seres humanos. Yo hice un acuerdo con Juan Manuel Santos para que a él le fuera bien como presidente hasta el 7 de agosto de 2014. No he hecho un acuerdo con los demás funcionarios del gobierno.
-¿Aún no se ha decidido en si apoyará usted la fórmula presidencial Santos-Vargas Lleras?
-El voto es secreto.
-¿Pero ya lo decidió?
-El voto es secreto. Como vicepresidente de la república tengo limitaciones constitucionales y no puedo decir el voto. Ojalá algún día se apruebe una reforma donde los ministros y vicepresidente podamos cantar el voto. Pero mientras tanto tenemos que respetar la constitución política. Si nos ponemos de apresurados a cantar el voto podemos resultar siendo investigados o sancionados por el Procurador General de la Nación.
-¿Estaría de acuerdo con una Constituyente, como muchos han sugerido?
-Nosotros dejamos en la Constitución del 91 los mecanismos para reformar la constitución nacional. El Congreso de la República puede reformar la constitución. Y yo por ejemplo sería partidario que el Congreso hiciera una reforma para crear la segunda instancia para la defensa de los servidores públicos que a veces son sancionados o suspendidos por el Procurador o la Contralora.
-Entonces no prefiere la vía de la Asamblea Nacional Constituyente…
-No está en mi agenda de trabajo ser promotor de una Asamblea Nacional Constituyente. En mi agenda de trabajo está en pedirle al Dios de los cielos y al señor de los Milagros de Buga que me de vida y salud y me permita llegar al 14 de mayo de 2015 para informar si soy candidato a la alcaldía de Cali o Bogotá o no ser candidato a nada. Y me gustaría ser gobernante local o regional para contribuir con la población en temas como educación, salud, alimentación y por el derecho a la gente de vivir mejor y en paz.
-¿Cree que es hora de replantear la figura vicepresidencial en Colombia?
-Yo defiendo lo que hicimos en la Constituyente en 1991. Cuando nosotros creamos la figura del vicepresidente no fue para estar a la moda ni para llevarle la contraria a nadie. Es que cuando creamos la figura lo hicimos bajo la idea de que reemplazara en faltas temporales o absolutas al presidente y por eso definimos que fuese elegido por voto popular. La figura del alto comisionado es profundamente antidemocrática. La figura de que alguien vaya a reemplazar al presidente, escogido a dedo o designado a dedo por cualquier organismo del estado es profundamente antidemocrática.
-Supongo que desde que deje la vicepresidencia y hasta que anuncie su futuro político, lo aprovechará para ponerle cuidado a su bienestar. ¿Cómo está de salud y cómo está la de su esposa, que es su apoyo?
-Mi esposa está recuperándose. Ella es mi centro, mi izquierda y mi derecha. El año pasado le extirparon un cáncer y un riñón y se ha venido recuperando. Y yo también me he venido recuperando. Soy plenamente consciente de que soy una persona en condición de discapacidad y defiendo que un discapacitado no es incapacitado; está en capacidad de dirigir un país, una región, una localidad; de dirigir una empresa, una organización social, religiosa o política.
-¿Qué enseñanza le deja su paso por la Vicepresidencia?
-No olvidemos que los servidores públicos elegidos por voto popular tenemos fecha de inicio y fecha de terminación. Tenemos que saber que por importante que sea el cargo que tengamos, en ningún momento podemos sentirnos más importantes que el Dios de los cielos. Al final somos seres humanos y ciudadanos comunes y corrientes. Al final, el mejor título es el de ser buen ciudadano. Que cuando salgamos de los cargos podamos hablar con la frente en alto con la gente, y que la gente nos salude con amabilidad y cariño.
“Enviamos un mensaje equivocado y casi ofensivo”: Angelino Garzón
Jue, 27/03/2014 - 11:04
El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, dijo que la decisión del presidente Juan Manuel Santos de no acatar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el