El partido Fuerza Ciudadana, del exgobernador del Magdalena Carlos Caicedo, oficializó una coalición electoral al Congreso que marca su ruptura con el petrismo. En un comunicado, presentó una lista al Senado junto al partido Comunes (surgido tras el Acuerdo de Paz con las Farc) y otros movimientos de izquierda y sectores sociales.
La alianza se define como una convergencia "amplia, plural y profundamente regional" que busca articular organizaciones comunales, campesinas, indígenas, afrodescendientes, estudiantiles y de mujeres alrededor de una agenda centrada en la dignidad de las regiones y en la reducción de las brechas con el centro del país.
Según Fuerza Ciudadana, el punto de partida es un diagnóstico de desigualdad territorial y centralismo: un Estado que concentra poder y recursos en Bogotá, mientras buena parte del territorio sigue rezagado en infraestructura, servicios básicos y seguridad. La coalición se propone disputar curules legislativas desde esa lectura regional.
Comunes entra a la competencia ordinaria
Un actor central de la alianza es Comunes, el partido que nació de la dejación de armas de las Farc en 2016. Hasta ahora había contado con curules garantizadas en Senado y Cámara como parte de las garantías del Acuerdo, pero esos escaños expiran el 20 de junio de 2026.
Con la nueva coalición, Comunes entra de lleno a la competencia ordinaria por votos. Su carta al Senado será Sandra Ramírez, elegida en una consulta interna, luego de que Julián Gallo, inicialmente escogido como cabeza de lista, renunciara alegando motivos personales.
Tres banderas: reformas, seguridad y Constituyente
El comunicado conjunto resume la plataforma en tres ejes programáticos: impulso de reformas sociales y territoriales; paz, seguridad y justicia territorial con presencia social del Estado y protección a liderazgos sociales en riesgo; y la apertura de un debate sobre una Asamblea Nacional Constituyente para revisar el pacto social, la descentralización y las reglas contra la corrupción.
Efectos en el mapa de la izquierda
La decisión de Fuerza Ciudadana formaliza una ruptura política que venía escalando desde 2022 entre Caicedo y el presidente Gustavo Petro. Aunque fueron aliados, Caicedo nunca ingresó al Pacto Histórico y el distanciamiento se hizo evidente en las elecciones atípicas en el Magdalena, donde sectores del Pacto y de la derecha se midieron contra el caicedismo.
Tras esa contienda, Petro acusó a Fuerza Ciudadana de "dividir la izquierda" y Caicedo respondió tomando distancia del gobierno. La nueva coalición con Comunes y otros movimientos se ubica en el campo progresista, pero por fuera del partido de gobierno, y busca disputar votos en regiones donde el caicedismo es fuerte, especialmente en el Caribe.
