El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú oficializó la convocatoria para las elecciones legislativas de 2020, luego de que el presidente Martín Vizcarra anunciara la disolución del Congreso y el llamado a comicios.
El órgano electoral emitió en la noche del martes una resolución en la que establece que el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) debe remitirle, el 7 de octubre, la lista del padrón electoral inicial para la realización de jornada electoral.
En el documento, el JNE también determinó el 30 de septiembre del 2019 como fecha de cierre del padrón o censo electoral para el proceso de elecciones ‘congresales’ 2020.
El Jurado señala que el proceso electoral se inicia con la convocatoria de elecciones, y que al haberse publicado el decreto (Decreto Supremo N° 165-2019-PCM), que convocó a las elecciones parlamentarias, es necesario restringir el cronograma electoral y "adoptar medidas excepcionales para compatibilizar el cronograma electoral general”, señala la agencia de noticias Andina.
Mediante el mencionado decreto supremo, el 30 de septiembre Vizcarra disolvió el Congreso y convocó para el 26 de enero próximo a elecciones para elegir nuevos legisladores que completen el periodo constitucional del Parlamento disuelto.
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Martín Vizcarra tomó su decisión luego de que el pleno del Congreso eligiera a Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea como nuevo miembro del Tribunal Constitucional (TC). El Ejecutivo peruano consideró la elección de Ortiz como el rechazo a la cuestión de confianza requerida más temprano por Salvador del Solar.
La cuestión de confianza es un mecanismo regulado en la Constitución Política de Perú mediante el cual el Ejecutivo puede solicitar el respaldo político del Congreso para implementar políticas de Estado.
El artículo 134 de la Constitución señala que, si se censura o se niega el voto de confianza a dos gabinetes de un mismo Gobierno, el presidente queda facultado para disolver el Congreso y convocar elecciones parlamentarias.
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Pero la crisis se agravó aún más. Después de la decisión del Ejecutivo, el Congreso suspendió de sus funciones a Vizcarra y nombró como presidenta interina a la primer vicepresidenta, Mercédez Aráoz, quien renunciaría a su cargo un dos días después.
