Las 100.000 personas que asistieron al concierto de Paul McCartney en el Zócalo de Ciudad de México vieron un espectáculo único. Todo parecía normal, McCartney tocaba con su legendario bajo Höfner las primeras notas del tema Obladi-Oblada, y de repente, cuando empezó a cantar, la tarima se llenó de mariachis. Los sonidos del guitarrón y los violines se mezclaron con las guitarras eléctricas y la batería. El Zócalo estalló de emoción. Con este concierto se cierra la gira de McCartney, quien demostró que a los 70 años sigue intacto, como cuando los cuatro Beatles aún vivían.
El mariachi McCartney
Vie, 11/05/2012 - 06:49
Las 100.000 personas que asistieron al concierto de Paul McCartney en el Zócalo de Ciudad de México vieron un espectáculo único. Todo parecía normal, McCartney tocaba con su legendario bajo Höfn