Si algo han hecho las elecciones de este 2022 es llevar al máximo el dinamismo en la política, con personas que han aterrizado en movimientos que anteriormente se les ha considerado contrarios, alianzas sorpresivas o llamativos momentos en los que (a pesar de sus diferencias) políticos de las orillas más distantes han terminado encontrándose. Así como sucedió esta semana, por ejemplo, entre el candidato presidencial Gustavo Petro y la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático.
El curioso momento llegó en medio del revuelo por las denuncias de amenazas de muerte a Gustavo Petro, que causó entre otras cosas que el candidato tuviera que cancelar su gira por el eje cafetero. Información que obtuvo de primera mano el equipo de seguridad del líder político y que ya tuvo respuesta del Gobierno quien anunció que reforzará su esquema de protección (aunque en un principio se manifestó oficialmente que no existía ningún indicio de peligro).
Pues bien, resulta que mientras una buena parte del uribismo y la derecha cuestionaba la veracidad de las denuncias de Gustavo Petro, Paloma Valencia, una de las mujeres más representativas del Centro Democrático y es probable que la más cercana del partido al expresidente Álvaro Uribe, salió a defender públicamente al candidato del Pacto Histórico.
“Las amenazas destruyen vidas y sociedades completas. Las amenazas no son contra un candidato sino contra la democracia misma”, dijo la senadora, en un hecho sin precedentes teniendo en cuenta la distancia ideológica entre ambos.
No obstante, todavía más llamativa fue la respuesta de Petro, quien le agradeció el apoyo y su “posición solidaria”.
Un amor que, por cierto, se marchitó rápidamente, ya que los trinos siguientes de la senadora se devolvieron a la política pura y dura, así como a la rivalidad con el petrismo. De hecho, el trino inmediatamente posterior tuvo que ver con el rechazo de la supuesta infiltración del petrismo a la campaña de Federico Gutiérrez, relatada por el abogado Miguel Ángel del Río en Revista Semana, sobre la cual Paloma Valencia opinó que es una señal de “cómo se manejarían las instituciones en un gobierno petrista”.
Luego, también cuestionó si no existirían consecuencias para el senador Gustavo Bolívar, uno de los hombres más cercanos de Gustavo Petro, por difundir una manifestación en la que unos ciudadanos aseguraron que estaban enterrando a Fico y Uribe. Un tema que, se quiera o no, tiene mucho que ver con el tema de las amenazas a Petro y son todos esos límites humanos y éticos que debería tener una contienda presidencial (sin importar las filiaciones políticas).
¿En qué va el caso de las amenazas a Gustavo Petro?
Es importante recordar que la campaña del candidato del Pacto Histórico denunció hace ya unos días que tuvo que cancelar su gira por el país por cuenta de un complot criminal para asesinarlo. Un plan que presuntamente estaría liderado por la banda criminal de “La Cordillera”, una de las más antiguas y temidas de Medellín (y Antioquia en general).
Además, según aseguró el candidato en su momento, en la planeación del ilícito también habría participado “un integrante de la SIJIN que habría participado en el asesinato del líder juvenil Lucas Villa”.
Asimismo, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, respaldó la denuncia con información privilegiada que habría llegado a su conocimiento. “No dudo de que hay un plan para asesinar a Gustavo Petro. Esta mañana recibí información sobre un finquero antioqueño que está impulsando la misma idea. El informante se comprometió a entregar esta información a la familia el día de hoy”, manifestó al mandatario.
Sin embargo, no pasó para nada desapercibido que la posición del Gobierno frente al tema fue completamente negacionista, asegurando que no existía prueba alguna que pudiera mostrar riesgo alguno para la seguridad de Gustavo Petro. Desde el ministro Diego Molano, hasta el general Jorge Luis Vargas y el propio presidente, se mantuvieron en esta versión.
Aún así, tras la entrega de la información a las autoridades y de que el mismo Petro se haya reunido con el ministro del Interior, Daniel Palacios, el Gobierno anunció un paquete de medidas para mejorar la protección del candidato del Pacto Histórico que incluyen: incremento de su cuerpo de seguridad asignado por la Unidad Nacional de Protección, reforzar los dispositivos especiales para concentraciones en plazas públicas y una mayor coordinación con el Coronel encargado de la seguridad de todas las campañas presidenciales.
Así las cosas, según lo han dicho desde la propia campaña del Pacto Histórico, el círculo más cercano de Gustavo Petro queda relativamente satisfecho con la atención del Gobierno y lo presto que se ha mostrado frente a las amenazas en su contra. Mismos hechos que han logrado unir, desde el sentido más humano, a políticos que desde todas las orillas piden alejar las expresiones de violencia de la contienda electoral.