
Una emergencia de gran magnitud sacude al municipio de Sabaneta, ubicado en el sur del Valle de Aburrá, tras las intensas lluvias registradas en las últimas horas.
El evento más crítico se vivió en el sector de San Isidro, donde un movimiento en masa, provocado por una creciente súbita de la quebrada La Doctora, dejó un saldo trágico de cinco personas fallecidas: tres mujeres y dos hombres.
Las autoridades aún buscan a otras dos personas desaparecidas, mientras el miedo y la incertidumbre se apoderan de la comunidad.
Según informó el alcalde de Sabaneta, Alder Cruz, la emergencia se desencadenó cuando los habitantes notaron movimientos inusuales en la montaña. "La información que recibo por parte de bomberos y de nuestras unidades de gestión del riesgo indica que la montaña comenzó a moverse. Al ver esto, salieron de sus casas a mirar qué ocurría y, en ese momento, el alud de tierra descendió, acabando con la vida de estas personas", explicó el mandatario.
El barrio San Isidro se encuentra entre los 21 puntos críticos identificados por las autoridades locales, junto con sectores como Las Brisas, Aves María y Calle Larga, donde también se han reportado afectaciones por deslizamientos, desbordamientos y colapsos estructurales. Sin embargo, ha sido San Isidro el más golpeado por esta ola invernal que mantiene a Sabaneta en alerta máxima.
Desolación y evacuaciones en zona de alto riesgo
La tragedia ha obligado a la evacuación urgente de decenas de familias. Muchos habitantes abandonaron sus viviendas con lo poco que pudieron rescatar, incluyendo mascotas, dejando atrás sus pertenencias y la incertidumbre de no saber si podrán regresar.
“Sí, muy triste la situación, porque es primera vez que pasa algo en el barrio. Es muy lamentable con los cinco muertos que van, la tragedia, o sea, en seguida sin agua, sin luz, te puedes imaginar”, relató Paula Andrea Echeverry, vecina del sector, visiblemente afectada por lo ocurrido.
La Alcaldía de Sabaneta, en coordinación con los organismos de emergencia, habilitó el hotel La Extremadura como albergue temporal. Allí, las familias damnificadas reciben atención psicosocial, alimentación y abrigo, mientras se define el futuro de sus viviendas.
Labores de rescate y mitigación en marcha
Desde tempranas horas, se han intensificado las labores de remoción de escombros y tierra con maquinaria amarilla, bajo la supervisión del cuerpo de bomberos y la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo. El objetivo principal es despejar vías de acceso, evaluar la estabilidad del terreno y continuar con la búsqueda de las personas desaparecidas.
Además, las autoridades hacen un llamado a los residentes de zonas cercanas a ríos, quebradas y taludes a permanecer alerta, reportar cualquier anomalía y acatar las recomendaciones de evacuación si es necesario. El aumento del caudal de la quebrada La Doctora representa una amenaza latente, por lo que se mantienen monitoreos constantes en tiempo real.
Un llamado urgente a la prevención
Esta emergencia evidencia la vulnerabilidad de algunas zonas urbanas frente al cambio climático y la falta de planificación en el uso del suelo. Desde la administración municipal se insiste en la importancia de la cultura del riesgo y la necesidad de fortalecer los planes de contingencia frente a fenómenos naturales que, como se ha visto en San Isidro, pueden cobrar vidas humanas en minutos.
Otras víctimas:
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, detalló que hasta el momento "siete personas perdieron la vida en este movimiento en masa originado por la temporada de lluvias que azota al país".
"Mis condolencias a las familias y a todos los habitantes de este querido municipio del sur de Valle de Aburrá (en el que también está ubicado Medellín, la capital regional). Acá seguiremos para atender esta tragedia y apoyarlos en lo que se requiera", agregó Rendón en la red social X.
Las fuertes lluvias que han caído en la región en los últimos días causaron este jueves un deslizamiento que sepultó varias viviendas en Sabaneta, ciudad aledaña a Medellín.
El pasado 29 de abril, una mujer y su hijo de 13 años murieron por los deslizamientos de tierra provocados por las lluvias en Medellín.